La excavaciones en Cálogo sacan a la luz el pasado romano de Vilanova

Tres construcciones y varios centenares de vestigios es el balance del trabajo realizado

Un grupo de estudiantes durante una visita didáctica al yacimiento. JOSÉ LUIZ OUBIÑA - Vilanova
photo_camera Un grupo de estudiantes durante una visita didáctica al yacimiento. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

Sobre una tela se color blanco se encuentra depositada un pulsera cuyo diseño poco o nada se diferenciaría de algunos realizados en la actualidad. Es de bronce, y sobre su superficie puede distinguirse el perfil de una moldura. Durante más de dos milenios permaneció enterrada y el miércoles fue mostrada por César Vilas y Fran Alonso, los responsables de la segunda campaña de excavaciones realizadas en Cálogo (Vilanova de Arousa).

Bajo una lluvia fina y constante, ambos enseñaron también una pieza cuya finalidad no llegaron a determinar con total fiabilidad, pero que podría proceder de un caldero. La época de la que proceden ambas es una incógnita que será despejada cuando empiecen el trabajo en el laboratorio.

Por cada día de labor que realizaron en la excavación les aguardan tres bajo techo, para descifrar la identidad de los vestigios hallados, y son varios centenares. Una cosa está clara, que se encuentran ante piezas decorativas, ornamentales y de carácter utilitario del tiempo de los castros y del que confirma la presencia romana en un enclave situado a unos pasos de la ría de Arousa al que los segundos llegaron navegando.

La alta calidad de la cerámica de origen romano es un apunte que resaltó una profesora ante un grupo de alumnos de un colegio del municipio que participaron en una de las visitas guiadas organizadas por el Concello, mientras César Vilas precisa que el trabajo que hicieron se dividió en cinco sectores, tres situados al norte y los otros dos al sur de Cálogo.

En la parte inferior hallaron una fosa colmatada de conchas de diversos crustáceos que data de la época romana, cuyas fechas de inicio y final de construcción quedarán determinadas en un estudio posterior.

En la parte alta se encuentran dos castros, uno de ellos situado en las proximidades del lugar donde estaba situada una muralla. El techo de uno no era de paja, como resultaba habitual entonces, sino de teja, subraya Vilas.

La campaña, realizada durante los meses de septiembre y octubre, resultó muy fructífera porque permitió hallar numerosos restos de la presencia de otras civilizaciones, confirmando las expectativas que había despertado la anterior. Por otra parte, el uso del georradar para tratar de localizar vestigios metálicos bajo el suelo sirvió para facilitar la labor.

TERCERA CAMPAÑA. El alcalde de Vilanova de Arousa, Gonzalo Durán, estuvo presente en la última jornada de trabajo, que tuvo lugar este miércoles, y después de lamentar que la segunda campaña hubiera resultado tan corta, anunció que habrá una tercera porque el subsuelo todavía alberga muchas pistas del pasado del municipio.

Cálogo es un enclave cuya situación, próxima al litoral, resultó muy atractiva a lo largo de los siglos, ya que además de estar certificada la presencia de castros y de la romanización, en este lugar estuvo asentado un monasterio en la época medieval cuyos dominios se extendían muchos kilómetros hacia el interior de la provincia, del que queda en pie el campanario que identifica al concello.

Seguir trabajando en este lugar, donde fue fundado el núcleo de población que hoy se denomina Vilanova, permitirá elaborar un completo cronograma de un territorio en el que también está acreditado el paso de los vikingos.

Concluidos los trabajos, las construcciones que los vecinos observaron con curiosidad serán tapadas con tierras, sacos terreros y lonas, pero aquellos que quieran observarlos antes de que esto ocurra tendrán la oportunidad de hacerlo el 14, día en el que se celebrará una visita guiada que comenzará a las 12.00 horas y en la que no es preciso inscribirse para asistir.

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