"Ya está, ya se terminó", son las palabras de alivio de la vecina de Portonovo Verónica Tinoco, que hace unos días se vio obligada a pedir ayuda públicamente junto a su marido, Adrián Faria, y su hijo Adrián, de tan solo tres años, ante el peligro de quedar sin vivienda y en la calle en pleno diciembre, puesto que se enfrentaban a una deuda de 1.354,12 euros por el impago del alquiler de su anterior vivienda y de las facturas. Ahora, todo esto ha terminado y la familia puede pasar página gracias a la colaboración vecinal.
"Ha sido todo gracias a la gente, de verdad que los corazones mueven mundos. Nos han ayudado personas de Portonovo y también mucha gente de fuera, de todos lados, y las mamis del cole", cuenta Verónica, casi abrumada.
La campaña solidaria que se comenzó a mover hace tan solo unos días, y la ayuda de particulares, han posibilitado que esta familia haya podido reunir incluso el doble de dinero que necesitaban para pagar su deuda y poder empezar de cero en otra vivienda.
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"La dueña nos ha dicho que si nos vamos antes del día 15 nos perdona la deuda, pero aún así pagaremos las facturas, porque ha sido un consumo nuestro, y a pesar de lo que ha pasado queremos pagar", asegura, justo después de una visita a la asesoría. "Todavía no hemos cerrado el trato pero creo que todo va sobre ruedas", dice, aliviada.
Ya con la deuda saldada, la familia se trasladará a una nueva vivienda en la que podrá volver a empezar. "Esto se lo tenemos que agradecer a Leti, una mamá del cole que nos ha ayudado a encontrar una nueva casa, que es de un familiar suyo", explica. Si todo va bien, la familia podrá celebrar la Navidad en su nuevo hogar.
Tampoco les ha faltado la comida. "Ha sido increíble, nos ha llegado mucha comida y todavía faltan dos compras más por llegar. Incluso una juguetería nos acaba de enviar una caja de juguetes para el niño, para Navidad", cuenta.
Verónica Tinoco: "Si todo sigue así, vamos a salir de esta gracias a toda esa gente que se ha portado tan bien con nosotros"
Y, además, pronto volverán a trabajar. "Tenemos algunas ofertas de empleo y, si todo sigue así, vamos a salir de esta, gracias a toda esa gente que se ha portado tan bien con nosotros. Mucha gente de fuera sigue llamándonos para decirnos que está con nosotros, es increíble", dice.
Ahora, la familia respira tranquila. "Queremos decir que ya está, que ya tenemos para las facturas, la fianza del nuevo piso y cuatro meses de alquiler, y vamos a intentar arreglar el coche para trabajar, no tenemos avaricia. Lo más importante, que era esto y el trabajo, ya se ha cumplido".
La situación de la familia se dio a conocer el pasado 30 de noviembre cuando, tras acudir a los Servizos Sociais, se vieron obligados a pedir ayuda públicamente puesto que el acceso a ayudas institucionales requería la puesta en orden de varios documentos legales tales como el contrato de alquiler y el cambio de titularidad de recibos.
