Cientos de personas se han puesto en contacto en las últimas horas con la familia del oftalmólogo coruñés fallecido el pasado viernes,15 de abril, en Silgar, Juan Manuel Tábara, para dar cuenta como testigos presenciales de lo sucedido en la playa en la tarde en que una lancha de competición arrolló al hombre cuando se encontraba nadando a 188 metros de la costa, acabando con su vida. Varios de estos testigos, además, pudieron aportar pruebas gráficas que, tal y como explicó a este periódico una de las hermanas del fallecido, María Tábara, ya han sido remitidas a la Guardia Civil.
Otras de las pruebas aportadas, explica Tábara, tienen que ver con testigos que han podido divisar a la misma lancha circulando "a gran velocidad" por las inmediaciones del lugar del trágico suceso en los días previos. Todos estos testimonios, explicó la hermana del fallecido, contribuirán a reforzar la posición que actualmente sostiene la familia de que el piloto de la embarcación actualmente investigado por presunto homicidio imprudente, David Fernández (34 años), "es reincidente en este tipo de prácticas". En este sentido, la familia pretende demostrar que los hechos que desencadenaron la muerte del oftalmólogo coruñés "no fueron aislados" y que "podían haberse evitado".
Todos estos testimonios han llegado a la familia Tábara a través del correo puesto a disposición de la ciudadanía ([email protected]), mediante el cual continúan animando a que cualquier persona que haya podido presenciar lo ocurrido o haya avistado la misma embarcación a gran velocidad en los días previos, contacte con la familia para que las pruebas puedan ponerse a disposición de las autoridades. De hecho, afirmó la hermana del fallecido, "los testigos implicados directamente ya han declarado en la Guardia Civil". Tal y como señaló Tábara, "el número de vídeos y testimonios que tenemos es increíble y estamos seguros de que si esto le ha tenido que tocar a Juan es para que sirva para cambiar algo. A la gente buena le tienen que pasar cosas para que los demás reaccionen", manifestó.
SILENCIO. Desde la familia han reiterado también la situación de incomunicación por parte de las diferentes entidades con el entorno de Tábara. "Nadie se puso en contacto con nosotros, tan solo la Guardia Civil el día que pasó todo". Y advirtió: "Si no fuera porque Juan iba perfectamente equipado con su neopreno, GPS, boya y gorro reflectante, y también su amigo, estaríamos vendidos a que esto se encubriese".
A pesar de ello, desde el entorno familiar aseguraron que "no nos oponemos en absoluto a que se celebren este tipo de pruebas y competiciones, pero tiene que ser en un entorno seguro. Si lo dejamos pasar va a haber más casos como el de Juan, pero vamos a pelear para que esto mejore, tiene que haber quien pare estas situaciones".
Actualmente, la familia Tábara continúa a la espera de novedades sobre el caso, si bien ha manifestado sentirse "muy arropada por toda la gente que ha contactado con nosotros y por toda esa cantidad de testimonios. Confiamos plenamente en las autoridades y queremos que sepan que si necesitan más medios" para esclarecer este asunto "los reuniremos".
EL INVESTIGADO.. Sigue pendiente el paso a disposición judicial del piloto de la embarcación que arrolló a Tábara el 15 de abril en Silgar, justo después de cumplirse una semana desde el suceso. Fernández fue detenido por un supuesto delito de homicidio imprudente el pasado miércoles, por navegar a una velocidad excesiva, dentro de la zona de baño, y fue posteriormente puesto en libertad tras acogerse a su derecho de no declarar.
"Estaba inscrito en 12 pruebas deportivas que quería disputar próximamente. Maratones, triatlones e incluso un Iron Man", cuenta su hermana, María Tábara. Para la familia, "es un gesto precioso el de sus compañeros que nos conmueve". De hecho, asegura, "hoy mismo recibimos la llamada para recoger el dorsal de Juan".
