La vuelta ciclista no consiguió eclipsar la XXXIX Feira da Cebola, una de las fiestas más emblemáticas sanxenxinas. De hecho, fue una de las ediciones más concurridas y la cebolla siguió siendo, sin duda, la protagonista del día de Santa Rosalía.
Más de medio centenar de puestos ocuparon las inmediaciones del puerto deportivo a partir de primera hora de la mañana, y desde el primer momento se empezaron a formar colas a la entrada del espacio, que contó con limitación de aforo y con un minucioso protocolo anticovid. Una vez que La Vuelta dejó atrás Sanxenxo, los ciudadanos y visitantes no dudaron en visitar los puestos de la feria y comprarse alguna de las exquisitas hortalizas que los productores, en su mayor parte del concello de Sanxenxo, ofrecieron en la Feira da Cebola.
Y es que, además del cultivo protagonista, los clientes pudieron adquirir pimientos, tomates y calabazas, entre otros. El esoterismo también tuvo su espacio en la feria, y los visitantes pudieron hacerse con ajos macho y ramos de romero usados tradicionalmente como talismanes de la buena suerte.
Así, en la hora del vermú eran pocos los que se paseaban por Silgar sin su bolsa con productos recién salidos de la huerta. Incluso algunos optaron por colgar la cebolla al cuello y hacerse un original collar para lucir en la jornada festiva.
El alcalde, Telmo Martín, acompañado de la edil de Cultura, Paz Lago, no dudó en hacer un recorrido por las inmediaciones del puerto deportivo y visitar los 51 puestos que participaron en esta XXXIX Festa da Cebola, la edición más internacional de esta emblemática cita, ya que entre los cientos de personas que visitaron estos puestos, muchos eran extranjeros, que aprovecharon su asistencia a La Vuelta Ciclista para deleitarse con los productos locales.
