Éxito de organización, de asistencia y de capacidad de respuesta. Así definió la alcaldesa de Meis, Marta Giráldez, el resultado de la vigésimo novena edición de la Festa dos Callos de esta localidad, que este domingo llegó a tener que colgar el cartel de todo vendido, tras más de cinco horas dispensando el plato estrella de esta convocatoria.
Marta Giráldez confirmó que se vendieron unas 6.000 raciones de callos en una carballeira que registró el lleno absoluto entre comensales y asistentes a las dos convocatorias deportivas que este año completaron el programa: una andaina y una ruta BTT que sumaban 700 inscritos.
La fiesta se desarrolló según lo previsto. En torno a las 10.00 horas los voluntarios y trabajadores del Concello empezaron a trasladar los recipientes de callos al recinto festivo y poco después empezaban a retirar las primeras raciones algunos de los fieles que cada año compran los callos y los degustan en casa.
En torno a las 12.00 se animó también el mostrador de reparto de las raciones que se sirvieron para degustar en la carballeira, que registraron importantes colas. "Ao final, sobre as tres e media, tivemos que pechar os mostradores porque se esgotou todo o produto", indicó la alcaldesa, que aclaró que "unhas 50 persoas" se quedaron sin poder probar los callos a pesar de que en esta edición se había decidido que se cocinarían más que en el año anterior.
Un equipo compuesto por una cocinera y cinco personas de confianza había iniciado los trabajos de preparación del plato estrella el sábado a las 16.00 horas y la tarea se fue prolongando con la ayuda de otros 15 voluntarios y trabajadores del Concello hasta la mañana del domingo.
En el resto de trabajos de la organización, como en los eventos deportivos participaron decenas de voluntarios, incluida la propia alcaldesa y su equipo. Giráldez quiso agradecer, de hecho, el nivel de implicación mostrado por todos los que se sumaron a esta convocatoria, que se despidió con un concurrido concierto del grupo de música enxebre A Roda.