Los marineros que se dedican a la captura del centollo manejan una clave para determinar si los resultados pueden ser buenos: que el mar esté revuelto. Cuando es así, y hay corrientes abundantes en el fondo marítimo, abundan entonces aquellos ejemplares que le sirven de alimento, y cuando acuden a por ellos, se presenta la oportunidad de que acaben en los aparejos que dejaron asentados.
Así como en la apertura de la campaña en otros años este factor no estuvo a su favor, y tanto la quietud del mar como la luz de la luna llena se convirtieron en sus obstáculos, en esta hasta es posible que la virulencia de los temporales registrados en días anteriores se pueda convertir en un contratiempo, porque podrían enmarañarse las redes que dejaron instaladas.
Habría que remontarse varias décadas atrás para encontrar un inicio de la temporada del centollo tan condicionado por la meteorología, pero las condiciones adversas no interfieren en los planes de los marineros, que afrontan esta campaña con unas expectativas muy altas porque saben que el centollo cotiza alto, especialmente pensando en las fiestas navideñas, en las que se convierte en el rey de la mesa.
Hay un segundo condicionante que sirve para establecer las posibilidades de éxito, y estriba en la abundancia del pulpo. Este cefalópodo escaseó bastante y quienes pidieron una ración pudieron comprobar que el precio subió notablemente con respecto a años anteriores.
Si abunda, eso quiere decir que los centollos, que son sus depredadores naturales, escasean, mientras que si el pulpo se deja ver a cuentagotas en las lonjas de la ría de Arousa, podría ser consecuencia de que los apreciados crustáceos se alimentaron bien, por lo que no faltarán.
A partir de la tarde de este lunes empezarán a llegar los barcos a la lonja de O Grove. No obstante, los resultados de la primera jornada de la campaña no sirven de referencia para lo que pueda pasar. Lo que no faltará será la expectativa mediática y las fotos.
Más de cuatro toneladas en el arranque anterior
Algo más de cuatro toneladas de centollas trajeron a la lonja de O Grove los barcos que estaban parados aguardando el inicio de la campaña de la centolla en la jornada inicial del año 2022. Alrededor de las cinco de la madrugada zarparon del puerto en torno a sesenta barcos que iniciaron la actividad y cubrieron el mismo recorrido que habían realizado en la jornada anterior para dejar los aparejos en los lugares de costumbre. Tuvieron que retirar de los aparejos muchas algas, un trabajo habitual que en esta ocasión resultó más intenso que en otras.
Una referencia son las 94,3 toneladas en capturadas campaña, a partir de los datos de primera venta en las lonjas y centros de venta autorizados en Galicia, reflejaron los mejores datos en cuanto de la serie histórica, que se remonta a 1997. En términos de ingresos, facturaron cerca de seis millones de euros.