Seis años de relaciones comerciales crearon un vínculo afectivo y humano entre los responsables de una empresa de Vilagarcía, Fundiciones Rey, y los clientes con que cuenta esta firma en Ucrania, y es precisamente la amistad forjada con el paso del tiempo el detonante de la iniciativa que puso en marcha con la finalidad de ayudar a la población cuando se encuentra en el peor de los trances posibles: la destrucción, el dolor y la muerte que están provocando las ansias imperialistas de Rusia.
Y el camino para hacerlo tampoco tiene secretos. Necesitan de todo, pero se trata de priorizar para que les puedan legar aquellos productos que más necesitan, y en la relación que hace Fundiciones Rey figura suero, antiinflamatorios, goteros, jeringuillas, antibióticos, gasas, vendas, cortahemorragias y alcohol desinfectante, entre otros productos.
"Es lo más urgente, y después viene una segunda fase, que es la alimentación", indica, y en este apartado solicitan productos no perecederos, como conservas y legumbres, que posiblemente tengan que ingerir frías, lamentan.
Aquellos que estén dispuestos a contribuir con su esfuerzo para paliar en lo posible el desastre que está provocando la guerra deben tener en cuenta una exigencia: identificar el contenido de los envases y no usar los mismos para los alimentos y las medicinas, con la finalidad de facilitar su distribución una vez que llegue al destino, por parte del personal encargado de realizar esta tarea.
Son dos los teléfonos que están habilitados para ponerse en contacto y que pasen a recogerlos: 986 898 555 y 644 088 013.
La campaña comenzó el fin de semana pasado y la respuesta inicial está resultando muy alentadora. En el éxito de esta iniciativa es fundamental contar con una logística que garantice el transporte de la ayuda, y para eso Fundiciones Rey pondrá a disposición de esta causa sus camiones.
Cuando tengan 20.000 kilos, el primero de ellos se pondrá en marcha siguiendo una ruta que conocen los conductores pero que en esta ocasión finalizará poco después de cruzar la frontera entre Polonia y Ucrania, donde se producirá la descarga.
Varias empresas de distribución de alimentos anunciaron su participación, guardando en todo momento el anonimato de las donaciones, en el que queda también la identidad de un niño que ofreció su dron para que puedan utilizarlo los soldados de Ucrania.
