Greenpeace lanza un mensaje desde Vilagarcía contra el cambio climático

El 'Rainbow Warrior' permanecerá amarrado hasta el día 30, con una tripulación formada por 17 componentes de 15 nacionalidades, que protagonizan una campaña de ámbito europeo
Imagen de la cabina de mando de la embarcación de Greenpeace. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Imagen de la cabina de mando de la embarcación de Greenpeace. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

Hace unos días, el Rainbow Warrior atracó en La Manga del Mar Menor (Murcia), y sus tripulantes construyeron una sartén gigante para advertir a los ciudadanos de cómo acabará el planeta si no se adoptan medidas urgentes para frenar el cambio climático. Antes había estado en Barcelona, y después lo hicieron en Málaga y en Algeciras. Desde este jueves, el barco de Greenpeace se encuentra en el puerto de Vilagarcía, donde permanecerá hasta el día 30 con el mismo objetivo de las escalas anteriores.

María Martínez está enrolada en este proyecto desde hace cinco años y es la primera oficial de una embarcación cuya tripulación está formada por 17 componentes de 15 países. Estudió Náutica en Bilbao. Hay ingenieros, abogados, biólogos o arquitectos. Proceden de Sudáfrica, Nueva Zelanda, Australia, India, Italia, Holanda, Corea o España. Tienen en común que se comunican en inglés y se desplazan por el mundo para difundir el mismo mensaje.

De Sri Lanka a México y de Nueva Zelanda a Sudáfrica, la embarcación navega la mayor parte del tiempo empujada por el viento. En algunas ocasiones el mar se puso duro, o atravesaron zonas en las que era frecuente la presencia de piratas, pero supieron salir del apuro. María Martínez comenta que se trata de unas experiencia "muy enriquecedora", en la que resulta fundamental, la confianza entre los tripulantes, que cada tres meses son relevados.

"La convivencia a bordo, unas veces es mejor que otras porque todos procedemos de diferentes culturas, pero vivimos en una misma casa y aceptamos las mismas normas", argumenta.

Juande Fernández cuenta con una trayectoria de cuatro décadas en Greenpeace y expone que toda la comida que consumen a bordo es ecológica, además de apuntar que procuran surtirse de alimentos en las tiendas de proximidad que encuentran en las ciudades donde hacen escala. Evitan la máximo el plástico de un solo uso y procuran que la navegación del Rainbow Warrior sea lenta, y dejarse llevar por el viento siempre que sea posible, con un objetivo: reducir al máximo el consumo de combustible.

Este jueves recibieron la visita del alcalde de Vilagarcía, Alberto Varela. El regidor dijo que el tiempo para "revertir a situación" es limitado y anunció que el Concello mantendrá contactos con Greenpeace con la finalidad de crear vínculos de colaboración.

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