Hallan restos de al menos dos cuerpos en la fosa de Vilagarcía que podrían ser de represaliados

El hallazgo de restos de al menos dos cuerpos en la fosa común del cementerio de Vilagarcía arroja algo de luz sobre las familias de los 18 republicanos arousanos represaliados en julio de 1936.

La excavación, que comenzó el pasado 3 de noviembre en el camposanto municipal, culminó este martes con un resultado agridulce para los investigadores. "Como hemos excavado en medio de tumbas identificadas si salen resultados positivos tendríamos que proponer otra investigación, con permiso de las familias de las personas enterradas en la zona", explicó el antropólogo forense de la Fernando Serrullo.

[Área del cementerio donde se llevó a cabo la investigación. JOSÉ LUIZ OUBIÑA]

Hallar e identificar los restos de hasta 18 personas represaliadas tras el golpe de Estado del 36 era el objetivo de esta intervención. Si bien la asociación que trabaja por la memoria histórica O faiado na memoria impulsó la búsqueda de los restos de los 16 hombres y dos mujeres víctimas del franquismo que presumiblemente se encuentran en la fosa arousana, se trata de la primera iniciativa financiada por la Secretaría Xeral de Memoria Democrática y que cuenta con la colaboración de la Xunta y la Universidade de Santiago.

Arqueólogos, antropólogos y forenses participan en la intervención que contó con el grupo de memoria histórica de la USC, Histagra, coordinado por el catedrático de Historia Contemporánea Lourenzo Fernández Prieto. Junto a ellos, el grupo Síncrisis, del que forma parte como coordinador del equipo de arqueólogos el profesor José Carlos Sánchez Pardo. Completan el equipo el antropólogo forense, Fernando Serrullo, del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga), y el equipo de Medicina Genómina de Ángel Carracedo, cuya labor comienza ahora, ya que se ocupará de cotejar las muestras de ADN de los restos encontrados con el material genético de los familiares de las víctimas.

Los primeros trabajos sobre el terreno se llevaron a cabo en colaboración con el Concello de Vilagarcía de Arousa. Las catas comenzaron el mismo 3 de noviembre en la fosa común, y la actividad se extendió durante dos semanas en las inmediaciones del lugar marcado con una lápida a la que nunca faltan flores. "Primero excavamos en área y no encontramos nada, ha sido cuando hemos buscado entre otras tumbas y hemos intervenido en varios niveles de enterramiento que encontramos restos de dos cuerpos que son compatibles con lo que estamos buscando", explicó el forense.

[Trabajos en la fosa. JOSÉ LUIZ OUBIÑA]

COMPLEJIDAD. Para el arqueólogo Fran Alonso los primeros trabajos resultaron "frustrantes" porque "na área disponible para traballar non había evidencias de que houbera ningún corpo, polo que seguimos descubrindo a zona ata que, nunha esquina, atopamos unha chapa distintiva con número 480 que nos fixo entender que estabamos preto".

Los expertos señalan que la dificultad de encontrar vestigios que lleven a los 18 represaliados se debe a los cambios sufridos durante décadas en el cementerio, como demuestra el hecho de que haya distintos niveles de enterramiento. Además, entre los años 70 y 80 se construyeron bloques de nichos sobre la fosa.

Serrullo destaca que el resultado de estas investigaciones es negativo en el 40% de los casos. "Parte de la investigación ya no se podrá hacer, tendría que haberse hecho por lo menos hace 40 años, aquí el tiempo corre en nuestra contra", advierte.

"Só son dous dos dezaoito que estabamos buscando, pero xa sabiamos que os traballos ían ser moi complicados. De todas maneiras este achado deixa a sensación de que estamos no camiño correcto", añade por su parte Rafael García, investigador de Histagra.

"El resultado es esperanzador y frustrante a la vez"

[Margarita Teijeiro, junto a familiares de las víctimas. JOSÉ LUIZ OUBIÑA]

Un centro de flores y una placa recuerdan a las 18 personas represaliadas en el 36 en el cementerio de Vilagarcía. "En lembranza dos republicanos que xacen desde 1936 nesta fosa común. O vento, a terra e a solidaridade os recoñecen", reza la placa en el lugar al que los familiares de las víctimas acuden a recordar a sus seres queridos, y donde siempre se pensó que se encontraban. "Aquí siempre hubo flores y nunca se determinó abrir esta tumba, ahora está claro que este no era el sitio", señala Caeiro.

Ahora se sabe que no es justo en ese área, aunque a la vista de los resultados de la excavación todo apunta a que podrían estar cerca, tal y como indican los investigadores. Margarita Teijeiro y Antonio Caeiro, alma máter de la asociación de memoria histórica O faiado na memoria de Vilagarcía, impulsaron inicialmente la investigación para encontrar e identificar los restos de estos vecinos asesinados en el 36.

Se trata de Luis Aragunde Alfonsín, Josefa Barreiro González, Matías Bouzada Torrado, Roberto Berruete Alejandre, Luis Castro Lojo, Manuel Díaz Hermo, Pilar Fernández Seijo, Eduardo Ferreirós Boullosa, Avelino Fuentes García, Miguel Fuentes Jamardo, Amador Gómez Agustiño, Lusi Iglesias Galáns, Inocencio Lamas Bugallo, Manuel Limeres Ordóñez, Joaquín Ramos Patiño, José Ramón Roo Pérez, Antonio Sayanes González, Urbano Tarrío Montero y Luis Vilas Barreiro. Sus familiares acudieron a la intervención en el cementerio para conocer su alcance.

Los representantes de O faiado da memoria los mantuvieron informados del hallazgo de los restos de al menos dos cuerpos , lo que para las familias abre una puerta a la esperanza. "Es esperanzador y frustrante a la vez", matiza Margarita Teijeiro. "La cara positiva es que se han encontrado restos que podrían pertenecer a algunas de estas personas, pero al mismo tiempo nos damos cuenta de que los asesinaron dos veces", lamentó. "Primero en el 36, fueron enterrados sin féretro ni nada, como animalitos. Y la segunda porque nunca se tuvo en cuenta esas tumbas y todo lleva a pensar que se construyeron otros nichos encima, por lo que ya no se podría seguir buscando", lamenta la responsable de O faiado na memoria.