La Policía Nacional, en una operación conjunta con Portugal, incautó un alijo que, según pudo saber este periódico, supone el mayor de todos los tiempos en un velero a nivel mundial. La droga, que estaba siendo transportada entre Sudamérica y Europa, fue decomisada en altamar cuando el buque estaba a la espera de órdenes por parte de los dueños del monumental alijo. Nunca antes en todo el planeta, ni en España, ni en Colombia ni en dirección a Estados Unidos, había sido hallado un cargamento de estas dimensiones. La magnitud del operativo, fruto de la cooperación internacional, hace que el Cuerpo Nacional de Policía no aporte datos concretos de lo ocurrido por el momento.
Es muy destacable, además, el arresto de uno de los presuntos narcotraficantes más buscados por las autoridades en toda Europa: el gallego Carlos Silla, de Vilagarcía de Arousa, y a quien ya se atribuyó el intento de descarga de otros 4.000 kilos en las Rías Baixas a finales de marzo de 2020, en plena pandemia. En aquel momento consiguió esquivar el cordón policial y huyó al Sur de España, donde permaneció oculto y, por lo que parece, plenamente operativo. Silla, según trascendió en las últimas horas, iría al frente de la embarcación, acompañado por el también vilagarciano Xavier F., que figura oficialmente como dueño del velero, y por un sudamericano, garante del alijo por parte del cártel.
En el operativo se incautaron 183 fardos de un peso aproximado de 5.200 kilos
Se desconoce el punto de entrada del alijo, quizás una vez más Galicia, quizás Portugal, quizás el Suroeste de la Península, una zona cada vez más utilizada por las grandes organizaciones de narcotransportistas de la provincia de Pontevedra en alianza con criminales con base en Andalucía.
La embarcación y la droga han sido transportadas a un puerto portugués. Será en ese país donde, en las próximas horas, se ofrezcan más datos acerca de los detenidos y de las sustancias incautadas: 183 fardos de un peso aproximado de 5.200 kilos y con un valor de mercado que supera ampliamente los 100 millones de euros. La incautación es un ejemplo más de la frenética actividad de los narcotraficantes a uno y otro lado del Atlántico, después de que hace apenas tres días llegase al Puerto de Vigo el Goldwasser con cerca de tres toneladas de cocaína de extrema pureza.
