Juzgan a una red búlgara que venía a Pontevedra para cambiar heroína por cocaína

Los narcos contactaban con uno de los clanes más importantes que permanece activo de las Rías Baixas para hacerse con "los dulces"

Audiencia Provincial da Coruña. ARQUIVO
photo_camera El juicio tendrá lugar en la Audiencia Provincial da Coruña. ARQUIVO

Cada vez resulta más habitual la presencia estable de individuos procedentes de países de Europa del Este en Galicia para realizar operaciones de narcotráfico. Sin embargo, no es tan común que traben relaciones con los gallegos para intercambiar la heroína que ellos transportan a través del Viejo Continente por el polvo blanco que entra en él a través de las Rías Baixas. Ese es, según los investigadores, el modus operandi que seguían I.H.T., F.P., G.I.P. y M.S., súbditos búlgaros sin antecedentes en España que fueron detectados por los investigadores de la Brigada Central de Estupefacientes y el Greco Galicia cuando ya llevaban algún tiempo sellando pactos con una de las principales organizaciones de narcotráfico que, a día de hoy, permanece activa en la comarca de O Salnés. Los centroeuropeos, que llamaban "los dulces" a los paquetes de cocaína que les suministraban en Pontevedra, se enfrentan a penas de entre diez y trece años de prisión en el juicio que tendrá lugar esta semana en la sede santiaguesa de la Audiencia Provincial de A Coruña.

"Disponían, al menos desde 2012, de una estructura dirigida a la adquisición en España de grandes cantidades de droga para su transporte hasta la República de Bulgaria", empleando para ello turismos y camiones, según detalla el fiscal del caso, Antonio Roma Valdés. Contaban, además, con una empresa pantalla domiciliada en Alcorcón que daba cobertura a sus negocios ilícitos.

I.H.T., que se expone a 13 años de cárcel, es considerado el jefe del grupo, siendo quien contactaba con la organización de O Salnés y quien coordinaba la distribución de heroína. El resto, que se enfrentan a posibles penas de diez años, serían los transportistas.

En febrero de 2013, los agentes dependientes de la Brigada Central detectaron a dos de los comisionistas en Santiago de Compostela en posesión de una bolsa en la que llevaban cerca de dos millones de euros en billetes pequeños. Los policías les dejaron en libertad y siguieron sus pasos, que les llevaron hasta Alcorcón. Allí cargaron, según el fiscal, una importante cantidad de cocaína, que introdujeron en un camión para su traslado hacia su país. Fueron interceptados antes de salir de España, en la frontera de La Junquera, en posesión de unos 50 kilos de cocaína.

En el posterior registro de la vivienda del cabecilla, los especialistas antidroga hallaron tres kilos de heroína y 600 gramos de cocaína en siete paquetes, además de útiles para la elaboración de los mismos y el pesaje de la droga.

Los arrestados aprovechaban la infraestructura y las rutas que empleaban para la introducción de heroína en España para realizar el camino inverso llevándose cocaína de Galicia.

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