LUIS GARRIDO desde que era muy joven se interesó por la pintura, pero no fue hasta alcanzar los 20 años que comenzó a exponer sus obras y ser reconocido en su tierra natal, Sanxenxo; y aunque de forma temprana tuvo que dejar de lado el lienzo y el pincel para comenzar a trabajar, nunca ha perdido el gusto por el arte. Ahora, después de haberse jubilado, ha apostado por su pasión, y ha decidido exponer sus cuadros enmarcados por la luz de los rótulos del escaparate de su negocio.
¿Cuando comenzó su interés por la pintura?
Yo dibujo desde que era pequeño pero fue a los 20 años cuando empecé a pintar gracias a poder asistir a muchas exposiciones e influenciado por el contacto con el pintor grovense Ernesto Goday. Iba mucho por su estudio y hablábamos de pintura. Pero no hice Bellas Artes ni nada por el estilo ya que había que trabajar.
¿Cómo llegó a exponer sus obras?
Cuando tenía 23 años, en 1972, estaba Crespo Alfaya, ex delegado del Ministerio de Información y Turismo, como director de la sala de Información y Turismo en Pontevedra, por lo que un día se me ocurrió ir allí y le comenté que quería exponer. Él me dijo que primero quería ver los cuadros para darme el visto bueno y yo se los llevé, y le gustaron. Entonces me dio fecha para exponer en la sala, ese mismo invierno. De aquella, un tal Sprinter –Eduardo Gesumaría– me había entrevistado. Esa primera exposición me llevó a la siguiente que fue en Vigo, en la caja de ahorros. Además, también expuse en las Bienales de Arte de Pontevedra cuando antiguamente se celebraban en la Diputación, y en varios hoteles como en el de la Toja. Después dejé la pintura por el trabajo ya que los cuadros realistas conllevan mucho tiempo.
"Lo que más me preocupa cuando pinto es que a quien esté viendo el cuadro le transmita alguna sensación"
¿Qué es lo que suele representar en sus cuadros?
Ahora suelo pintar paisajes marinos.
¿Tiene alguna influencia su obra?
No, yo pinto lo que veo, lo real, cosas sencillas. Lo que más me preocupa cuando pinto es que a quien esté viendo el cuadro le transmita alguna sensación porque si no lo hace, es que no llama la atención. Pero bueno, aún así, no todo el mundo tiene la misma sensibilidad como para poder interpretar las obras. El otro día, una señora se quedó allí mirando y me dijo que le gustaban mucho los cuadros, pero en cambio, hay gente que pasa y ni se fija. No todos tenemos la misma sensibilidad para poder captar las sensaciones que transmite el arte, es un don especial que tienen algunas personas.
"Desde siempre creé rótulos que es un trabajo que requiere de mucha creatividad porque antes se dibujaba a mano"
¿Cómo se le ocurrió la idea de exponer en el escaparate de su negocio?
Como tengo poca obra y hace muchos años que no pinto, la gente joven del pueblo no me conoce, no saben que hay un pintor aquí. Decidí exponer en el local mis obras porque pasa mucha gente y además, al estar en el escaparate, no hace falta entrar para poder verlas.
¿Va a mantener la exposición solo durante el verano o seguirá expuesta durante el resto del año?
La mantendré hasta finales de septiembre e igual dentro de unos diez días, añado dos o tres más. Después tirando más hacia las navidades expondré otras obras. Como ahora es difícil juntar a gente en interiores, al pasar por delante del escaparate, por lo menos consigo que los cuadros se puedan ver ahí.
¿Lo sigue reconociendo como pintor la gente del pueblo?
La gente mayor sí, aunque muchos que me conocen se olvidaron de esta faceta porque ya pasaron más de 40 años desde que dejé la pintura. Mi trabajo desde siempre fue fabricar rótulos que es algo muy creativo también. Antiguamente cuando no había informática ni máquinas como las de ahora, a lo mejor llegaba un cliente que quería algo específico y diferente por lo que había que dibujarlo y para eso hay que tener también mano, ahora la maquinaria ya se encarga de hacer todo.
