Con las manos en la masa entregando cocaína en Oporto

El ECO Galicia asesta un duro golpe a uno de los grupos de narcotraficantes más activos de cuantos seguían operando en las Rías Baixas ▶14 detenidos, once en Galicia, es el saldo final de una investigación que acabó con las actividades de Manuel Osorio, cambadés muy próximo al clan de Los Burros ▶Ocho de ellos ya están en prisión ▶El grupo disponía de los últimos avances tecnológicos para eludir el control policial, con teléfonos encriptados y detectores de balizas
Manuel Osorio, presunto líder de la organización, accediendo a los juzgados este miércoles. JOSÉ LUIZ OUBIÑA
photo_camera Manuel Osorio, presunto líder de la organización, accediendo a los juzgados este miércoles. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

El Equipo Contra el Crimen Organizado de Galicia (ECO Galicia) ha asestado un duro golpe a un incipiente grupo de narcotraficantes de la nueva ola que llevaba algún tiempo colando importantes cantidades de cocaína a través de las Rías Baixas oculta en embarcaciones de recreo. La jornada de este miércoles sirvió para conocer los últimos detalles de la operación Mansalva, cuyo saldo definitivo asciende a catorce de detenidos (once de ellos en O Salnés) y unos 475 kilos de cocaína decomisados en dos pases, uno en la Comunidad Valenciana y el segundo en el área metropolitana de Oporto.

Los agentes de élite dependientes de la Unidad Central Operativa (UCO) tienen el convencimiento de que el polvo blanco entraba a bordo de veleros por las costas pontevedresas y, previo paso por almacenes secretos, era enviada a clientes de distintos puntos de la Península. Fue en esa fase del narcotransporte en la que, meses atrás, el ECO Galicia logró descifrar el punto en el que se iba a efectuar uno de esos pases, realizando la primera incautación y arrestando a las mulas. A partir de entonces, y en el más absoluto secreto, la Guardia Civil inició el seguimiento de la organización con un doble objetivo: desenmascarar a los presuntos líderes del entramado criminal y poder capturarles con las manos en la masa, bien realizando una nueva entrega, bien organizando la llegada de una nueva embarcación que, después de cruzar el Atlántico aprovechándose de los vientos Alisios, llegase a puerto pontevedrés.

Uno de los detenidos en el momento de su traslado a los juzgados de Vilagarcía de Arousa. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

DOBLE FONDO. Para el transporte de la cocaína, la organización presuntamente liderada por el cambadés Manuel Osorio, que ya está en prisión tras prestar este miércoles declaración en el Juzgado de Vilagarcía, disponía de un sistema muy novedoso. Además de los clásicos automóviles con caletas para la ocultación de la droga, los narcos diseñaron un sistema bajo un remolque que, aún estando completamente vacío (sin carga) podía ocultar perfectamente hasta 300 kilos de cocaína, en un hueco habilitado entre el suelo y los bajos del mismo.

La ayuda de los perros adiestrados para la búsqueda de la droga resultó vital, pues su olfato resultó clave para dar con el mencionado habitáculo en el que se escondían los paquetes.

A VALENCIA. Las pesquisas de los investigadores adscritos a la UCO partieron del seguimiento del viaje de dos de los investigados a la Comunidad Valenciana. Ahora se sabe que habían concretado allí la entrega de 300 kilos de cocaína (droga valorada en unos 9 millones de euros si se adquiere al por mayor). Su camino, sin embargo, fue cortado abruptamente por el equipo de élite con base en Pontevedra, que se incautó de la droga y arrestó a los dos emisarios gallegos que ingresaron en prisión en aquel momento. Fue el germen del exitoso plan que concluyó en las últimas horas en Vilanova, Vilagarcía y Cambados.

Uno de los detenidos en el momento de su traslado a los juzgados de Vilagarcía de Arousa. JOSÉ LUIZ OUBIÑA (2)

CAÍDA EN OPORTO. Ya en el mes de julio, el ECO Galicia consiguió vincular de forma directa al resto de investigados, incluido su supuesto cabecilla Manuel Osorio y su principal colaborador, Jesús P., también en prisión desde el día del miércoles por orden del juzgado de Vilagarcía de Arousa.

Los agentes supieron que el grupo criminal tenía que realizar una nueva entrega, en este caso en el área metropolitana de Oporto, por lo que, después de contactar con las autoridades lusas, establecieron un operativo encaminado a hacerse con la mercancía, retirarla del mercado y poder relacionar así a los sospechosos. El hallazgo de 175 kilos de droga sirvió para poner la guinda al trabajo al tiempo que para dar el pistoletazo de salida a la fase final del mismo, con las detenciones y los registros que tuvieron lugar en Pontevedra en las últimas 72 horas. Así, el lunes se iniciaron los arrestos, comenzando por el cambadés y por su principal lugarteniente, para a continuación arrestar a Joaquín F.R., alias Quinso, otro de los que ya está recluido en un centro penitenciario tras su comparecencia de la jornada del miércoles en sede judicial. Así, una tras otra, fueron cayendo hasta once personas, algunas de las cuales fueron puestas en libertad tras comparecer ante la Guardia Civil, quedando siete para ser presentadas ante los jueces de Vilagarcía (seis de ellas) y Cambados (una).

LAS RESOLUCIONES. No fue hasta última hora de este miércoles cuando se conocieron las resoluciones dictaminadas por la Justicia. De los siete que comparecieron, cinco ingresaron en prisión, mientras que los dos restantes fueron puestos en libertad, a la espera de las posteriores decisiones que tomará el juez competente que, a falta de la posterior resolución del Supremo (que podría otorgar el caso a Pontevedra) se encuentra en Levante, lugar del hallazgo del primer alijo. A ellos hay que unir los dos emisarios gallegos que entraron en la cárcel en Valencia y el que entró en Oporto, lo que suma ocho. Del total de detenidos (14), once fueron arrestados en Galicia en esta última fase, los dos citados en Valencia y uno más en el área metropolitana de Oporto.

TECNOLOGÍA PUNTA. Otro de los elementos más destacados de esta organización era la tecnología punta que empleaban para comunicarse y para eludir el posible control de las autoridades. Así, entre los efectos incautados se hallaron terminales telefónicos tipo Blackphone que permiten comunicaciones encriptadas (similares a los que empleaba la red de Sito Miñanco). Como novedad, además, se encontraron artilugios capaces de detectar las balizas de seguimiento que se emplean para rastrear automóviles.

MARIHUANA. Por último, un detalle con el que no contaba la UCO: en el registro de Baión fueron halladas unas 1.000 plantas de marihuana en una auténtica plantación indoor. Uno de los investigados tenía un segundo negocio ilícito.

Por último, una sospecha. Los detenidos estaban a punto de fletar un nuevo velero con cocaína. La intervención de la Guardia Civil consiguió evitarlo.