Manuel Charlín Gama, el patriarca de una familia unida por el narcotráfico

Después de haber pasado 20 años de su vida entre barrotes, el vilanovés pasea, nada y procura cuidar su salud

Manuel Charlín Gama. JAVIER CERVERA-MERCADILLO (ADP)
photo_camera El narco vilanovés. JAVIER CERVERA-MERCADILLO (ADP)

"De aquí no sale nadie de día", era el lema de Charpo, la conservera de los charlines en la que los insultos y las amenazas eran una constante, hasta que el clan se quedó sin esta propiedad, situada en Vilanova de Arousa. Al frente estaba Josefa, una mujer contundente y sin escrúpulos en la que se veía reflejado su padre, Manuel, que esperaba de ella la continuidad de las actividades ilícitas de la familia.

El patriarca pasó 20 años entre los barrotes de las prisiones de Córdoba y A Lama, y la fortuna quiso que la lotería que compró en la ciudad andaluza resultase premiada, según aseguró en un juicio. Luego resultó que había comprado el décimo agraciado para blanquear una ínfima parte de la fortuna amasada con el narcotráfico.

Manuel Charlín Gama acudió recientemente al médico de Vilanova acompañado por una de sus hijas, con un aspecto desmejorado con respecto al que mostraba recientemente.

Le gusta cuidar su salud, y con sus 85 años, hasta hace poco tiempo madrugaba pasa salir a pasear y era de los usuarios que acudían a primera hora a practicar natación en la piscina de Fontecarmoa (Vilagarcía).

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