En algunas ocasiones, el destino convierte en una anécdota lo que podría haber sido una fatalidad, y en otras sucede todo lo contrario, y la fortuna multiplica las consecuencias de un acontecimiento que, en apariencia, no debería haber tenido mayor relieve.
Este domingo salió cara. Las manecillas del reloj corrían hacia el mediodía cuando una mujer sufrió un desvanecimiento cuando caminaba sola. Lo hacía por la carretera de Portonovo (Sanxenxo), y el suceso se registró a la altura del Hotel Peregrina. Al perder el conocimiento y caer, su cuerpo ocupó parcialmente la carretera, que en aquellos momentos registraba un tráfico intenso.
Otra mujer, que conducía un vehículo y observó lo que había sucedido, reaccionó de inmediato estacionando su vehículo. A continuación, señalizó la zona, además de advertir a los automovilistas que pasaban por el lugar de la incidencia que se había producido.
Después solicitó la presencia de una ambulancia, que acudió enseguida, y lo hizo con una enfermera y un médico, procedentes del Punto de Atención Continuada de Portonovo, que se hicieron cargo de la situación cuando aún no habían transcurrido cinco minutos desde el suceso.
Su intervención hizo posible que recuperara la consciencia poco después. La víctima tiene 74 años, no sufrió lesiones de consideración a raíz del golpe y no era la primera ocasión en la que se encontraba en un trance similar.
