"Nada sienta mejor que la ropa a medida"

Luz Prado, diseñadora y propietaria de una escuela de costura en Vilagarcía, acaba de publicar un libro 
Luz Prado. CEDIDA
photo_camera Luz Prado. CEDIDA

Dueña de la escuela Luz Prado Moda, la diseñadora de Barro acaba de publicar Enseñanza de patronaje, corte y confección.

¿Cómo se le ocurrió escribir este libro sobre patronaje?
Ya llevaba dos años con la idea en la cabeza de hacer este libro. Fundé mi escuela de diseño hace cinco años y, durante el tiempo que llevo dando formación, me he dado cuenta de que mis alumnos tenían casi siempre dudas en lo mismo. Entendí que el sistema con el que estaba enseñando no era el adecuado, se había quedado obsoleto.

¿El libro que ha publicado sirve para cualquier persona que no haya hecho nunca costura o hay que ser iniciado?
Es un libro de patronaje básico, para que cualquier persona pueda empezar desde cero. Viene explicado desde cómo hay que medir a un maniquí, que en el mundo de la costura llamamos también modelo, cómo tiene que estar colocado para medir bien, los datos que hay que introducir en la tabla de medidas y, a partir de ella, cómo se realiza un patrón o la marcada. Además, al final de cada unidad didáctica, explico cómo tienes que colocar la tela en función de cómo va cortado el patrón.

¿Dónde se puede comprar?
Ahora mismo lo tengo disponible en mi academia de Vilagarcía de Arousa.

¿Cómo llegó al mundo del diseño?
Yo estudié un ciclo de Administración en Monte Porreiro y por las tardes iba a una academia de costura como afición. Empecé a trabajar como administrativa pero en 2009 me quedé en paro por la crisis. Entonces decidí sacarme el título de patronista y empecé a hacer diseños, desfiles y colecciones. Al final me decanté por la enseñanza y en 2016 fundé esta escuela.

Entonces la costura fue también una forma de reinventarse.
Sí, empecé a coser con 18 años, lo tenía como la forma de hacerme ropa para mí. A esa edad piensas en estrenar todos los fines de semana, luego vas madurando y lo ves de otra manera. Con 30 años, al quedarme en el paro, recuperé aquella afición para hacerla mi trabajo.

De cada cinco personas que vienen a pedir información para los cursos, en torno a dos son chicos

Hoy en día se sigue queriendo estrenar todos los fines de semana, pero se hace con la conocida moda rápida, prendas baratas y de poca calidad. ¿Qué opinión le merece?
La gente se fija en el pret a porter porque es mirarlo en un escaparate y estrenarlo. Hoy en día hay tiendas muy baratas en las que puedes comprar y, si no te gusta demasiado, no tiene importancia porque te puedes comprar otra prenda por muy poco precio. Las calidades cambian y también se nota mucha diferencia en cómo sienta con respecto a la ropa a medida. Puedes probar un pantalón muy bonito pero que justo en las piernas te aprieta. O una chaqueta que te encaja muy bien en el pecho pero no en los brazos. Nada sienta mejor que la ropa a medida.

Y también dura más tiempo.
Muchos jerseys de este tipo de marcas, por poner un ejemplo, vienen con las costuras torcidas. Las colocas bien y se vuelven a torcer. Eso es porque el patrón está mal. Cuando cortas tu prenda a medida pones más cuidado, es un proceso artesanal, más lento.

Galicia es un lugar en el que hay mucha tradición de costura. ¿Tiene usted una madre o una abuela que le hayan inculcado el oficio?
Para nada. Si me pongo a pensar creo que no conozco a nadie de mi familia que cosa. Mi madre me recomendó aprender a hacer costura para pasar las horas muertas en Pontevedra, cuando tenía que esperar entre clase y clase del ciclo. Luego ya seguí estudiando por decisión mía.

Usted se dedica al mundo del diseño, pero lo cierto es que muchas de las industrias relacionadas con el textil en Galicia han cerrado, como Pili Carrera últimamente. ¿Es una profesión de futuro?
Depende de cómo lo enfoques. El mundo de la moda y la costura sigue en alza, lo que hay es mucha competencia en mano de obra. Si tú quieres montar una fábrica de ropa, tu competencia va a vender las prendas a un precio muy barato porque tiene un coste muy bajo de mano de obra en determinadas zonas. Somos los propios consumidores los que, entre comillas, obligamos a las empresas a salir fuera para abaratar el precio. Muchas personas piensan que, si se pueden comprar un pantalón por diez euros, no se gastan 50, porque con 50 se compran cinco pantalones en la tienda barata y cada día estrena uno. Realmente somos todos los que provocamos que las empresas se vayan.

¿Cómo le va a usted al frente de su escuela? ¿Despierta interés la costura?
Me va muy bien, es una actividad que tiene una gran aceptación y estoy muy contenta. El perfil de alumnado abarca un rango muy amplio de edades. He tenido alumnas desde los nueve años hasta edades ya mayores. Por ejemplo, tengo niñas que, con una servilleta en sus casas hacían ropa a sus muñecas y querían aprender a hacerla con tela, otras chicas jóvenes que quieren iniciarse en el mundo de la moda o que quieren crear su propia ropa, gente que quiere abrir una tienda y vender sus diseños o incluso modistas que saben coser pero no tienen conocimientos de patronaje.

¿Y hombres?
Sí que vienen chicos. Te puedo asegurar que de cada cinco personas que vienen a pedir información para los cursos, en torno a dos son chicos. El perfil de los hombres que vienen es de edades entre 18 y 50 años, sobre todo de entre 40 y 50.

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