Cuando Óscar, Iván, Luis Miguel, Rubén, Tomás, Cristina y Sofía se tomaron esta fotografía durante una excursión por la costa australiana, no sabían cúanto podrían llegar a complicarse las cosas. El pasado 5 de marzo, cinco de los amigos del grupo sanxenxino partieron hacia Australia con el propósito de pasar tres semanas en Melbourne, a sabiendas de que la situación en España estaba, en aquel momento, "relativamente bajo control". El grupo, en el que se encuentra el concelleiro de Obras e Servizos de Sanxenxo, Óscar Vilar, se reunió allí con otros dos amigos que residen actualmente en la capital australiana para iniciar un viaje que prometía ser inolvidable.
Los siete amigos se reencontraron en Melbourne para comenzar una travesía que, ahora, no saben a ciencia cierta cuándo terminará. "El día que llegamos a Australia empezamos a recibir noticias de la nueva realidad y la rápida propagación del virus. Desde aquel día seguimos y sigo los acontecimientos con preocupación, manteniendo contacto directo con mis compañeros de Gobierno, familiares y amigos", cuenta Óscar.
"Todo esto nos cogió por sorpresa en medio del viaje. Con el paso de los días vimos cómo los casos no paraban de aumentar y estamos preocupados", explica Iván. "Todos coincidimos en que ahora mismo aquí estamos en una burbuja, y no somos muy conscientes de la situación real. Y empezamos a angustiarnos por nuestros trabajos. Yo soy fisioterapeuta y estamos muy desamparados", añade. Además, la posibilidad de no poder volver a casa según lo previsto se vuelve realidad a pasos agigantados. "Estamos muy lejos y no es una situación fácil", confiesa Iván.
Y, asegura, Melbourne también ha acusado escasez de productos como papel higiénico y no perecederos estos días. "A xente preocupouse cando comezaron a darse casos fora de China".
Aunque la universidad se mantiene, muchas actividades fueron canceladas. "Non sabemos se nos pedirán illamento a todos nos vindeiros días", añade Sofía. Si la situación empeora, se plantean volver a Sanxenxo.
VUELOS CANCELADOS. Lo que comenzó como una travesía llena de ilusión, ahora se ha convertido en una carrera de fondo por poder volver a casa, según los vuelos previstos se van cancelando y el Gobierno australiano comienza a tomar medidas preventivas, como el aislamiento durante 14 días de cualquier persona que llegue al país desde el extranjero. "Penso que aínda non somos conscientes do que está acontecendo. Cando marchamos non pasaba nada e agora falamos de epidemia", añade Tomás.
Rubén, sanxenxino residente en Barcelona, tendrá que esperar hasta el último momento para saber si puede volver a casa. "Tiña tres voos para a volta pero canceláronme dous, así que pedín a devolución do terceiro, pero non saquei un novo aínda, agardarei ata o último momento porque todo está a cambiar moi rápido", cuenta. De todas formas, asegura que "estamos viaxando por Australia con normalidade, pero alucinando co que vemos na prensa e redes sociais de aí".
En este momento, cuatro de los cinco amigos que todavía continúan de viaje por Australia están pendientes de los comunicados de las aerolíneas y de los respectivos Gobiernos de los países en donde tienen que hacer escala para asegurar una vuelta que está prevista para este fin de semana, y que todavía continúa en el aire.
