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La Fundación se ve obligada a prescindir de la nave donde almacenaba los alimentos
Almacén de Amigos de Galicia. F. S.
photo_camera Almacén de Amigos de Galicia. F. S.

Después de 25 años de actividad solidaria, la Fundación Amigos de Galicia se ve obligada a replantearse su sistema de trabajo y "mucha gente va a quedar descolgada", advirtió este lunes el director general de Amigos, Jesús Busto, quien afirmó que es "probable" que miles de familias dejen de recibir los alimentos que distribuía este colectivo. El motivo es que la Consellería de Sanidad comunicó la prohibición de manipular productos frescos "por no contar las instalaciones con las condiciones higiénicas oportunas".

Amigos de Galicia no dejará el reparto de alimentos, pero solo productos no perecederos, cada tres meses y, en el caso de los perecederos, tendrá que recurrir a terceros. También dejará de recoger los donativos de empresas y particulares y se limitará a comprar la carne, los huevos o las legumbres a sus proveedores. La fórmula que está estudiando pasa por implantar unas tarjetas de crédito válidas en establecimientos de alimentación para que los beneficiarios compren ellos la comida.

Con este modelo se reducirá el número de beneficiarios al desaparecer el sistema de entrega directa a través de sus almacenes. Amigos de Galicia no puede constatar en números la repercusión de la medida, pero de lo que no cabe la menor duda es de que el balance de este ejercicio será muy diferente al del anterior, en el que 37.456 personas fueron atendidas, de las cuales 13.480 eran menores. Ese año se distribuyeron un millón de kilos de alimentos.

Las instalaciones no cumplen las exigencias que establece la Consellería de Sanidade en materia de higiene

Esta situación viene provocada por el resultado de la inspección que Sanidade realizó el pasado día 21 en sus almacenes de Vilagarcía, a instancias de una investigación de la Fiscalía de A Coruña y como "consecuencia de una denuncia presentada por dos personas que se encontraban realizando trabajos en beneficio de la comunidad", precisa la Fundación.

"Queremos dejar constancia de que nunca se entregaron ni se entregan productos caducados", dice el comunicado leído este lunes por Busto. "Recibimos grandes cantidades de alimentos donados por empresas con una fecha de consumo preferente corta —especialmente leche y yogures— y la entidad siempre ha informado a los usuarios, siendo su voluntad recogerlo o no", subrayó.

También recuerda que "la entidad ha trabajado siempre en colaboración con los ayuntamientos" y todos los productos eran revisados y supervisados por el personal de servicios sociales, siendo estos quienes entregaban los productos. "La Fundación Amigos de Galicia siempre actuó y actúa de buena fe", afirmó antes de señalar que en el cuarto de siglo de la trayectoria que acredita su programa "nunca tuvimos ningún problema de intoxicaciones".

"De igual manera, somos conscientes que la nave no reúne las condiciones adecuadas y, al tratarse de una nave abierta, hay heces de roedores", reconoce el colectivo en su comunicado, además de asumir que no podían etiquetar los productos recibidos de los concursos de pesca, de lo que no tenían constancia.

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