Una pequeña Costa da Morte sin salir de Sanxenxo

Los acantilados de Punta Cabicastro, en la parroquia de Adina, enseñan el lado más desconocido, y también salvaje, del municipio
Punta Cabicastro, en la parroquia de Adina. RAFA FARIÑA
photo_camera Punta Cabicastro, en la parroquia de Adina. RAFA FARIÑA

Más allá de la arena fina de la playa de Areas y del agua casi transparente de Silgar, del turismo de sol y playa y de los cócteles de frutas en sus apacibles terrazas, Sanxenxo guarda también un lado salvaje. Un lugar en el que las olas rompen contra las rocas afiladas, donde el viento eleva hasta lo más alto los numerosos parapentes que pueden verse surcar el cielo durante los días de verano, y en el que las vistas a un mar infinito son uno de los mayores regalos para los vecinos que conocen el lugar, y los visitantes que tienen la suerte de descubrirlo.

Punta Cabicastro es, todavía hoy, uno de los secretos mejor guardados del municipio. Un lugar para perderse entre los árboles y la costa gracias a los 2.000 metros de longitud de su sendero azul, cuyo mirador, en la cima de sus acantilados, ofrece una de las puestas de sol más impresionantes de la ría. Todo un homenaje a la Costa da Morte en pleno Sanxenxo, a pocos kilómetros del epicentro turístico.

El paraje natural, situado entre las playas de Canelas y Paxariñas, en la parroquia sanxenxina de Adina, cuenta, por si fuera poco, con uno de los últimos vestigios del antiguo mundo náutico en la zona. Al transitar por su sendero, los caminantes suelen encontrarse con un una curiosa piedra de forma alargada con historia propia. Esta mole, según cuentan los marineros, servía para medir la velocidad de las embarcaciones, como un punto de referencia en el mapa, que tiene a su hermano gemelo en Baltar.

Cabicastro, una de las joyas de la Ruta del Padre Sarmiento, y también una de las más desconocidas de la ría de Pontevedra, permite divisar su bocana incluso en los días más nublados, y ofrece inigualables estampas de Ons y Cíes desde la cima de unos acantilados para los que el turismo de masas es todavía un completo desconocido.

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