Cuando dentro de al menos tres años los placeros de Sanxenxo puedan regresar a la calle Madrid, nada será como antes. Encontrarán un nuevo Mercado, un gran proyecto acristalado de varias plantas que en nada se parecerá a una vieja Plaza que ya se ha ido para siempre. Mientras tanto, en una jornada tan concurrida como es habitual los sábados por la mañana, a todos ellos les tocó despedirse del lugar que acogió su actividad durante largo tiempo.
No lo hicieron solos. Durante el día de ventas estuvieron acompañados por el alcalde de Sanxenxo, Telmo Martín, el concejal de Economía, Marcos Guisasola, y el patrón mayor de Sanxenxo, Sauro Martínez, en lo que desde el Gobierno local calificaron como "una jornada histórica para el municipio". A partir de ahora, toca recoger los bártulos. Y es que el nuevo mercado temporal al que se trasladarán los placeros durante los próximos años, hasta que concluya la obra del Mercado en la calle Madrid, ya está casi listo para acoger a los vendedores de los siete puestos fijos y las 60 bancadas de venta de productos frescos. Las tareas de traslado de todos ellos a la nueva ubicación obligarán a suspender el servicio de la Plaza desde este lunes hasta el jueves, y la actividad se reanudará ya en el nuevo espacio de la calle Progreso el próximo viernes, 4 de febrero.
Las instalaciones de Progreso ofrecerán, durante los años que duren las obras del nuevo edificio de la calle Madrid, los mismos puestos y servicios que ofrecía su predecesor. Concretamente, el nuevo Mercado provisional estará dispuesto en el antiguo local del supermercado Eroski de Progreso, y durante las últimas semanas fue adaptado a las necesidades de los vendedores de la Plaza con un presupuesto que rondó los 50.000 euros, según aclaró el Gobierno local. El alcalde y el concejal de Economía también visitaron recientemente los trabajos de acondicionamiento, que se combinan ya con las tareas de limpieza por parte de los operarios municipales. Para ofrecer un servicio completo, el Concello ha habilitado en el aparcamiento disuasorio, ubicado en el lateral del edificio donde está el Mercado, un espacio que estará destinado en exclusiva a los clientes de la plaza de abastos en horario de venta, de 8:00 a 15:00 horas, para ofrecer facilidades a aquellos que acudan a comprar.
DERRIBO Y TRÁFICO. En cuanto al actual edificio de la calle Madrid, pronto se convertirá en polvo. El siguiente paso, tras el traslado de los placeros, será acometer el derribo aunque, primero, se realizará el estudio de las 72 viviendas colindantes.
La demolición y el traslado de la actividad permitirá, según el Gobierno local, retomar la circulación por la calle Madrid en dirección Pontevedra hasta la rotonda de confluencia con Progreso, evitando que los vehículos tengan que subir por Cesteiros y Constitución para acceder a Progreso. Este cambio se mantendrá una vez construido el nuevo Mercado y será compatible con el acceso a su parking subterráneo para los vehículos que procedan de Dorrón y Bordóns.
El nuevo mercado cuenta con un presupuesto que supera los cuatro millones de euros y se prevé que se financie con fondos de la Xunta, Europa y municipales. El edificio contempla una planta subterránea de aparcamiento, con capacidad para 40 vehículos, frigorífico, ascensor y montacargas. Por encima habrá seis plantas: la baja y la primera serán para el mercado y las cuatro restantes acogerán espacios comerciales, culturales y gastronómicos.
