Persiguen y atrapan a dos planeadoras que pretendían colar 3.000 kilos de cocaína a través de la ría de Arousa

Una operación conjunta de la Guardia Civil, la Policía Nacional y el Servicio de Vigilancia Aduanera permitió, además, detener a los dos tripulantes de una de ellas, un gallego y un peruano que encallaron en Cambados ▶ Las autoridades siguen el rastro de los que viajaban en la segunda lancha, que salieron huyendo tras encallar cerca de Cambados
Parte de la droga incautada. DP
photo_camera Parte de la droga incautada. DP

Los investigadores del Grupo II de la Unidad de Delincuencia y Crimen Organizado (Udyco) de la Comisaría de Pontevedra, sus compañeros del Equipo de Delincuencia y Antidroga (Edoa) de la Comandancia capitalina y miembros del Servicio de Vigilancia Aduanera llevaban desde el jueves en un período de tensa espera. Tenían la información confidencial de que alguien desde una embarcación iba a entregar un alijo de cocaína a unas 70 millas de las Rías Baixas, siguiendo el mismo sistema del que hablaba hace solo una semana el jefe de la Brigada Central de Estupefacientes, Antonio Duarte, en páginas de este periódico: lanchas de pequeño tamaño, en este caso un híbrido entre zodiac y planeadora, salen a recoger un cargamento que proviene de otro barco de mayor tamaño y que, probablemente, que sigue su ruta hacia su destino. Ya en la ría, los narcos pretendían aprovechar la impunidad de la noche para introducir la mercancía en un almacén clandestino. Los fardos casi les desbordaban. Puede que no contasen con una entrega de tales dimensiones. Las lanchas no eran las más adecuadas para transportar 70 fardos de cocaína (1,5 toneladas, aproximadamente), lo que les complicó un negocio que se vino abajo ante la presencia de un formidable dispositivo aeronaval de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

En la zona de la isla de Sálvora se inició una persecución que acabó siendo fructífera y que convirtió la ría de Arousa en un escenario propio de una serie de ficción televisiva o cinematográfica. Los narcos, una vez atrapados en la ría, intentaron ponerse a salvo. La patrullera del Servicio Marítimo de la Guardia Civil y el Águila V del puesto de Vilagarcía del Servicio de Vigilancia Aduanera se repartieron la persecución, apoyados por helicópteros de la Agencia Tributaria y del propio Instituto Armado.

Los tripulantes de una de las lanchas, la que perseguían los funcionarios de Aduanas, decidieron aligerar peso y comenzaron a lanzar los fardos al mar. Esa maniobra fue muy fructífera para ellos, pues consiguieron la velocidad suficiente como para alcanzar tierra en la zona de Aguiño, en el término municipal de Ribeira, con el tiempo necesario para escapar del fuerte cordón policial existente en las inmediaciones. Uno y otro estaban al cierre de esta edición en búsqueda y captura.

Los dos presuntos narcos que viajaban en la segunda de las embarcaciones tomaron la dirección de la desembocadura del río Umia y acabaron embarrancando a la altura de Castrelo, en Cambados, muy cerca del territorio que un día dominó Sito Miñanco y su red criminal. La Guardia Civil no les perdió la pista, pues, en su caso, optaron por mantener la cocaína a bordo. Fue su perdición, pues acabaron siendo detenidos. A falta de una confirmación oficial, este periódico ha podido saber que se trata de un ciudadano de nacionalidad peruana (curiosamente, la misma que la de tres de los cuatro detenidos en Avilés intentando retirar un alijo de un mercante), y de un gallego.

DIFÍCIL MISIÓN. Los miembros de la Udyco y del Edoa tienen ante sí ahora la difícil misión de capturar a las personas que viajaban en la lancha que pudieron huir por la cara Norte de la ría de Arousa e investigar, al mismo tiempo, a quienes estaban esperando para aportarles la cobertura necesaria desde tierra, incluido el transporte de los fardos hasta un almacén seguro para su posterior distribución. La actual situación de estado de alarma con las consecuentes restricciones para la movilidad hacen muy difícil la búsqueda, pues la presencia de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado no pasa inadvertida en las actuales circunstancias.

Javi la guardia civil interviene 2 lanchas cargada con droga en o grove

[ Agentes con las planeadoras. JAVIER CERVERA]

Ambos cuerpos policiales trabajan desde hace tiempo en las pesquisas que desembocaron en la operación de ayer en coordinación directa con el fiscal Antidroga de Pontevedra, Pablo Varela, que está teniendo que sacar adelante tanto o más trabajo en las actuales circunstancias de confinamiento que en una situación normal. Esta semana ha presentado sus informes, por ejemplo, en relación con varios recursos del caso del narcosubmarino, al tiempo que siguió trabajando no solo en el asunto que explotó el sábado, sino en otras tantas investigaciones que permanecen abiertas.

Sí que han explicado a este periódico algunos de los especialistas antidroga que operan en Galicia que las actuales circunstancias son difíciles para sus seguimientos, pues es sencillo para los narcos vigilar sus zonas de confort. Al mismo tiempo, se han visto sorprendidos por la intensa actividad que están desarrollando, como se pudo apreciar ayer en la ría de Arousa y también en el Puerto de Avilés.

MANO A MANO. Las persecuciones que tuvieron lugar ayer en la ría de Arousa contaron con todos los ingredientes clásicos, comenzando por la carga de la cocaína en una embarcación de menor tamaño frente a las costas gallegas, la entrada en Pontevedra a través de Sálvora y la ‘recepción’ de las lanchas de Aduanas y la Guardia Civil. El apoyo de los helicópteros resultó igualmente importante en un auténtico mano a mano entre narcos y fuerzas de seguridad resuelto en favor de los segundos. Hacía varios años que no se producía un ‘duelo’ de estas características, lo que no quiere decir que las lanchas no estuviesen entrando. La dificultad para obtener datos como los que esta semana manejaban la Udyco y el Edoa es elevadísima, dadas las precuaciones que adoptan los narcos en los tiempos que corren. La realidad es que las mafias de la cocaína han conseguido introducir miles de kilos de droga por este sistema en Galicia en los últimos años, muchas veces cargadas desde sumergibles, pero también desde mercantes, pesqueros, veleros o remolcadores.

El Grupo II de la Udyco de Pontevedra y el EDOA de la Guardia Civil de la ciudad del Lérez lideraron la investigación, con el apoyo del DAVA. El sistema utilizado por los narcos es el que se describía hace unos días en un reportaje en las páginas de este periódico.

AVALANCHA DE COCAÍNA. Las autoridades policiales llevan más de dos años alertando de una bestial escalada en cuanto a los alijos de cocaína que, por todas las vías, están llegando a Galicia. El Puerto de Marín ha sido objeto de numerosas investigaciones y operaciones en los últimos meses por los cargamentos ocultos en contenedor, pero lo cierto es que las Rías Baixas siguen siendo, como quedó acreditado una vez más en la madrugada de ayer, el bastión de las organizaciones criminales que apuestan por los alijos a través de la vía tradicional, con todas sus variantes. Los sudamericanos fletan una primera embarcación (que muchas veces parte del Delta del Orinoco, en Venezuela, o bien de las costas de Surinam o Guyana), que se dirige de Oeste a Este al encuentro de una segunda que realiza el acercamiento a las costas, al alcance de las lanchas. Eso pudo ser lo que sucedió ayer, aunque no se descarta que el alijo fuese lanzado desde un mercante o bien evacuado desde las bodegas de un semisumergible.