La Policía Local clausuró la madrugada del viernes dos locales, uno en Portonovo y otro en Sanxenxo, por incumplir la ordenanza de 'Protección contra la Contaminación Acústica'. Ambos establecimientos contaban ya con un requerimiento previo por el mismo motivo, tras la inspección realizada la semana pasada por la empresa de control de ruidos contratada por el Concello de Sanxenxo.
Hasta que los propietarios presenten una certificación del instalador del limitador de sonido sobre el correcto funcionamiento y emisión de datos para volver a abrir el local, se mantendrá el precinto en ambos negocios.
Las irregularidades detectadas señalan que uno de ellos no disponía del sistema de medición y el otro lo tenía desconectado, por lo que ninguno de ellos podía transmitir los datos a la plataforma de gestión.
La ordenanza de la 'Protección contra a contaminación acústica' es muy clara respecto a estos incumplimientos, según apuntan fuentes desde el concello de la villa turistica: "Os dispositivos de control de son deberán enviar datos ó sistema de inspección de forma continua mentres a actividade estea en funcionamento, considerándose a falta de recepción dos mesmos así como a existencia de calquera incidencia, que atinxe ao funcionamento correcto do dispositivo, como suficiente para a suspensión preventiva da actividade'. Así lo recoge el artículo 26.8.
En la resolución de la Alcaldía se advierte a los interesados de las consecuencias que derivarían en caso de que no respeten la medida. Desde el Concello de Sanxenxo se incide en que podrían incurrir en un "delito de desobediencia grave a la autoridad", que sería tramitado ante el Juzgado de Instrucción de guardia.
