La Policía Local de Vilagarcía registra tres alcoholemias y persigue a un infractor

Un joven se cuela en la casa del alcalde de Vilanova de Arousa

Un policía local de Ferrol. EP
photo_camera Un policía local. EP

Un joven tuvo que declarar ante la Guardia Civil el pasado viernes después de colarse en la vivienda del alcalde de Vilanova de Arousa, Gonzalo Durán, preguntando por él cuando estaba allí su esposa. 

Dando sobradas muestras de haberse excedido con el consumo de alguna bebida alcohólica, de poco valió que fuese conminado a abandonar la vivienda, a pesar de la insistencia de su propietaria.

El intruso en ningún momento se mostró agresivo y tampoco mostró el más mínimo interés en robar, y el incidente concluyó cuando la esposa de Gonzalo Durán llamó a la Policía Local, cuya sede, situada en los bajos de la Casa Consistorial, se encuentra muy cerca de la vivienda.

Los agentes se presentaron en el lugar y se llevaron al joven de 21 años, que no ofreció resistencia. El abogado al que le correspondió la tarea de acompañarlo durante su declaración en el Cuartel de la Guardia Civil indicó que se trata de un muchacho con escasas luces que rechazó la oferta de los agentes de llevarlo a su domicilio.

Respecto a su futuro, el letrado cree que no llegará a ser acusado de un presunto allanamiento de morada porque no forzó puerta o ventana alguna de la vivienda para acceder a su interior. Gonzalo Durán optó por no hacer declaraciones sobre este tema.

Un conductor estaciona su vehículo en una plaza de la Policía Local, con el carné caducado, y da positivo por consumo de cannabis

Jornadas ajetreadas las que les tocó de vivir también a los agentes de la Policía Local de Vilagarcía. Durante los días centrales de la Semana Santa, registraron tres alcoholemias, una de las cuales derivó en una persecución a gran velocidad a lo largo de la Avenida de Vilanova.

El suceso tuvo lugar a última hora de la tarde del día 2. Cuando los policías se disponían a retirar el control de movilidad que habían instalado más allá de la intersección de Sobrán (Vilaxoán).

Momentos antes, habían detectado la presencia de un conductor que pilotaba bajo los efectos del alcohol. En un momento dado, otro automóvil se aproximó a toda velocidad al punto en el que se hallaban los agentes.

En lugar de detenerse, el conductor pisó a fondo el acelerador, obligando a los policías a movilizarse en su persecución. El infractor se saltó sin titubear el semáforo en rojo que regula el cruce de Sobrán, pero acabó siendo detenido.

Ahora se enfrenta a dos delitos contra la seguridad vial por consumo de alcohol (más de 60 miligramos por litro de aire) y conducción temeraria.

No menos atrevido, en la busca de una plaza para estacionar el vehículo, fue otro conductor de Vilagarcía, que dejó el coche aparcado en las plazas destinadas a los vehículos de la Policía Local, situadas frente al acceso a sus dependencias en la Casa Consistorial.

Este acto es una infracción por estacionamiento indebido, pero las consecuencias de su acción irán mucho más allá porque los agentes comprobaron como, tras dirigirse a él, decidieron practicarle una prueba que indicó que acababa de consumir cannabis.

Además, había superado en un año el plazo estipulado para que el vehículo pasase la ITV y hace dos que le caducó el carné de conducir. Como es preceptivo en este tipo de situaciones, el coche fue trasladado por la grúa municipal al depósito, y él se enfrenta a una multa y a la pérdida de seis puntos.