Un vecino de Vilagarcía fue, inicialmente, detenido por la Policía y, posteriormente, ingresado en la Unidade de Psiquiatría de Pontevedra, después de haber amenazado con un cuchillo a su mujer y al hijo de ambos, y también a uno de los agentes que acudió a la vivienda familiar en respuesta a una llamada de socorro realizada por las víctimas.
Los hechos que desencadenaron esta respuesta tuvieron lugar el día 25, a las 16.13 horas, momento en el que una patrulla de la Policía Local fue requerida para que acudiese a un piso de la Rúa Vista Alegre en la que se estaba produciendo el incidente.
Expone el Concello que el hombre, de 59 anos y cuya identidad responde a las iniciales F.R.G., fue el encargado de abrirles la puerta a los agentes, a los que les aseguró que en su domicilio no pasaba nada. A continuación, les dio permiso para que accediesen al interior del piso.
Pero, una vez dentro, los policías encontraron a la esposa y al hijo, mayor de edad, encerrados en una de las habitaciones, donde se habían metido para proteger su integridad física y evitar ser víctimas de una agresión.
La mujer y el hijo se encerraron en una habitación y avisaron a la Policía
Ambos comentaron a los agentes que el hombre solía intimidarlos y amenazarlos con un cuchillo, pero que ese día estaba más alterado que en otras ocasiones en las que se produjeron incidentes similares, por lo que decidieron avisar a la Policía.
En ese momento llegó a la vivienda una patrulla del Cuerpo Nacional de Policía. Cuando iban a proceder a su detención, el hombre trató de encerrarse en una habitación, pero no lo logró al impedirlo uno de los agentes, interponiendo una pierna entre la puerta y el marco.
El individuo respondió atacándolo con el cuchillo, sin alcanzarlo al parapetarse el policía detrás de la puerta. A pesar de lo sucedido, volvió a intentarlo dos veces más, cayendo al suelo en el último, con el empuje de la puerta realizado por los agentes.
En la caída soltó el cuchillo, situación que los agentes aprovecharon para inmovilizarlo. Durante la detención, el hombre dijo que había atacado al agente porque quería que lo matasen.
Al confirmarse que sufría de depresión, la Policía Local lo trasladó al Hospital do Salnés, y desde allí ordenaron su ingreso en la Unidade de Psiquiatría de Pontevedra. La mujer y el hijo recibieron apoyo a través de Servizos Sociais.
