La Praza dos Barcos, en carne viva

Puerto de Sanxenxo ▶ La edificación del antiguo Club Náutico en la década de los 60 fue la primera piedra que sentó las bases de un entorno portuario que, con el avance de la fase inicial del proyecto Batea en Tierra, albergará todo un pulmón verde construido desde los cimientos
Operarios durante las obras en la Praza dos Barcos. DP
photo_camera Operarios durante las obras en la Praza dos Barcos. DP

Pocas imágenes han causado tanto impacto en los últimos tiempos en Sanxenxo como las entrañas de la Praza dos Barcos al descubierto. Desde la demolición del antiguo Mercado de Sanxenxo, pasando por la recuperación de la arena de A Carabuxeira o la división de la playa de Silgar en cuadrículas, el municipio suma ahora a su historial de estampas curiosas asociadas a obras, cambios y mejoras, una nueva era para la céntrica plaza, hermana de la Praza do Mar.

Y es que, los avances de la primera fase del proyecto Batea en Tierra, que transformará el entorno del puerto sanxenxino mediante un talud ajardinado para el esparcimiento de vecinos y visitantes, se centran actualmente en la cimentación y alzado de los muros de contención, tras acometer las instalaciones subterráneas, que dejan en la retina todavía la imagen del esqueleto de las gradas, que desaparecerán por completo para dar paso al jardín, que conectará la Praza dos Barcos y la Praza do Mar y mejorará la accesibilidad y usabilidad del espacio.

En unos 15 días se estima que comenzará la pavimentación de la plaza, con losas de granito que se emplearán para cubrir la superficie y también para construir los bancos. Como curiosidad, cabe destacar que el color de la piedra ha sido elegido tras la prueba de más de 10 muestras diferentes, debido a la trascendencia que tiene en este proyecto el impacto visual.

La obra de esta primera fase no superará los cinco meses de ejecución de los trabajos, según confirmaron desde el Gobierno local, ya que avanzan en plazo, si bien tendrán que convivir este verano con el turismo en la zona.

La obra en la Praza dos Barcos. DS
La obra en la Praza dos Barcos. DP

Adiós a las palmeras

El jardín planteado que unirá ambas plazas es mucho más que eso. Se trata de una plantación inspirada en paisajes de costa de las Rías Baixas, en zonas intercaladas entre las playas y las partes urbanas. Por este motivo, las especies que incluirá la plantación serán autóctonas, propias de la comunidad, por ser resistentes al viento, la salinidad y por su bajo consumo de agua. Precisamente, para dar cabida a estas especies se hará necesario retirar las seis palmeras ubicadas en la Praza dos Barcos, que serán trasladadas a la zona verde ubicada frente al Pazo Emilia Pardo Bazán.

El objetivo es crear un auténtico pulmón verde en pleno centro urbano de Sanxenxo y, por ello, contará con 33 árboles (pinos y tamarices), 4.369 arbustos de ocho variedades diferentes y un total de 10.289 plantas. Dichas especies contarán con diferentes portes y estados de floración para obtener una variedad cromática a lo largo del año. De hecho, las características de esta llamada "infraestructura verde" están medidas al milímetro. Desde el Concello aseguraron que "uno de los pilares base en su desarrollo es el uso, la selección y la gestión sostenible de la vegetación en la planificación urbana", como es el caso de estas plantas autóctonas adaptadas a condiciones adversas, con las que se conseguirá una disminución en los costes de mantenimiento del espacio en base a la reducción de los aportes hídricos, las podas y los tratamientos fitosanitarios, y solo necesitarán riego el primer año y medio desde su plantación.

El entorno

El jardín generará una continuidad topográfica como un elemento charnela entre la Praza de los Barcos, el Paseo de Silgar, el Paseo dos barcos, el dique y los puertos deportivo y pesquero. Este último seguirá contando con un acceso rodado por el exterior de la plaza con carácter restringido y el aparcamiento mantendrá sus plazas. Por su parte, los locales comerciales no sufrirán modificaciones y se redistribuirá el mobiliario urbano, simplificando y unificando también toda la señalética.

El entorno portuario de Sanxenxo avanza así hacia un cambio de grandes magnitudes que se continuará abordando por fases, y que no se producía desde 1998, con la construcción del puerto deportivo, inaugurado en 2005, y cuyas bases había sentado la construcción del antiguo Club Náutico en la década de los 60.

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