La transformación de la fisionomía urbana de O Grove dio un paso determinante una vez concluidas las obras de desdoblamiento de la Avenida de Beiramar, que convirtieron este vial, paralelo a la fachada litoral, en una semicircunvalación de doble sentido, que favorecerá la ejecución de proyectos destinados a reordenar el centro de la localidad.
En el estreno de esta infraestructura, celebrada en la mañana de este miércoles, estuvieron presentes la presidenta de la Deputación, Carmela Silva y el alcalde, José Cacabelos, junto a los diputados Gregorio Agís y Noemí Outeda y representantes de la Corporación municipal.
Explicó Cacabelos que este proyecto, con una inversión de más de 600.000 euros, (de los que 105.000 fueron financiados a través del Plan Concellos), "marca o futuro da vila". Apuntó que hizo posible "crear unha beirarrúa que ten catro metros, cando antes había treitos de 80 centímetros nos que a xente non podía camiñar".
El alcalde subrayó también que esta intervención tiene en cuenta las necesidades de un sector económico fundamental en el municipio, el de la hostelería, porque combina la peatonalización con la seguridad de los viandantes.
La obra se completó con la renovación de los servicios de saneamiento y abastecimiento de agua y alumbrado, y la canalización de las líneas de telecomunicación, para garantizar la sostenibilidad, "porque no Grove somos salitre e a salitre vén do mar".
La intervención fue llevada a cabo en un tramo de un kilómetro de longitud, entre la Estación de Autobuses y la glorieta de la Rúa Castelao. "Isto é unha cacho obra, moi relevante para O Grove", dijo Carmela Silva. La presidenta de la Deputación calificó el trabajo de "espectacular".
"É o que temos que facer: transformar para mellorar a vida da xente", dijo, y aprovechó para felicitar al Goberno local, "que leva anos, como a propia institución provincial, apostando pola mobilidade segura e amable".
Silva dijo que "este concello e esta provincia, en só cinco anos non hai quen a recoñeza".