La reordenación del mercadillo suscita el rechazo de varios vendedores

La asociación de la Praza de Abastos se opone a las medidas del Concello de Vilagarcía
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photo_camera La Rúa Alexandre Bóveda permaneció desierta. FS

La reformulación de la movilidad urbana, enarbolada por el Concello de Vilagarcía, tendrá que superar un obstáculo: el que ponen los vendedores que acuden al mercadillo que se celebra los sábados y los martes en los aledaños de la Praza de Abastos y de los representantes de los concesionarios instalados en este edificio de titularidad municipal.

El Goberno local quiere hacer compatible el tránsito de vehículos y bicicletas por la Rúa Alexandre Bóveda, donde se instalan una parte de los vendedores, una medida que implica la reducción del número de puestos y la convivencia con los vehículos, también de los compradores.

Este sábado, los vendedores estacionaron sus furgonetas en un lateral y no llegaron a montar sus puestos, mientras que el resto de este colectivo sí lo hizo en plazas y calles aledañas, como es habitual. Se produjo alguna escena con cierta tensión, pero la mañana transcurrió tranquila.

Dos vendedores con una larga trayectoria en este mercadillo anunciaron que el día 30 acudirán de nuevo a la cita habitual en Vilagarcía, pero nadie instalará sus puestos, para dejar claro su rechazo a la medida, aseguraron convirtiéndose en improvisados portavoces del colectivo.

"Es una cuestión, ante todo, de seguridad", expuso Arturo Pardo, que desde hace cuatro décadas se desplaza a Vilagarcía. "Es algo único en Galicia porque el mercado estaría partido por dos carriles" y la consecuencia sería que, antes o después "se produciría una desgracia", apunta. No se opone a la medida, agrega, pero siempre que no se aplique en las mañanas de los martes y los sábados.

Ángeles Ruibal hace 37 años que instala su puesto. De "fatal" califica una decisión del Concello de Vilagarcía, que"no tiene pies ni cabeza", añade, y denuncia que fue advertida del cambio esta semana. "A muchísima gente no nos notificaron", señala Pardo.

La medida va contracorriente teniendo en cuenta lo que sucede en Europa, donde protegen a vendedores y compradores que acuden a los mercadillos cortando el tráfico en los lugares donde se celebran o, incluso, peatonalizándolos para promover la actividad económica, apunta Ruibal.

El Goberno local subraya que son prioritarios los intereses de los vecinos

El Concello de Vilagarcía, ante las protestas de una parte de los vendedores ambulantes, especialmente de los que se sitúan en la Rúa Alexandre Bóveda, subraya que por encima de sus intereses están los generales. "Polo tanto, a nova ordenación do mercado é necesaria porque non se trata de ter unha visión parcial dunha cuestión particular, senón dunha global, a da mobilidade na cidade", argumenta.

El Concello niega que no hubiese informado al colectivo: el día 19, después de una serie de reuniones, el Goberno local recuerda que mantuvo otra, de cuatro horas de duración, con más de 60 de los concesionarios de puestos de la plaza y del mercado, "polo que a posición era ben coñecida e as dúbidas dalgúns dos ambulants, tamén", expone.

"Admitindo o dereito algúns dos ambulantes a manifestar a súa discrepancia, o que debe quedar claro é que as prioridades do Goberno local están claras: primeiro, os intereses da inmensa maioría dos vilagarciáns"; reitera

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