Los responsables de la mina de Touro afirman que no provoca contaminación

Sostienen que los controles que realizan periódicamente desde hace varios años descartan que la antigua exploración genere el más mínimos perjuicio al río Ulla y la ría Arousa

Imagen de una zona que estuvo ocupada por la explotación minera y está recuperada. CEDIDA
photo_camera Imagen de una zona que estuvo ocupada por la explotación minera y está recuperada. CEDIDA

VILAGARCÍA. Un riachuelo, llamado Portadego, se interna por la parcela donde está enclavada una antigua explotación de cobre, situada en el municipio de Touro, antes de desembocar en el río Lañas, que a su vez vierte sus aguas en el Ulla, un río que desemboca en Os Lombos, una zona situada entre Carril (Vilagarcía) y Rianxo, caracterizada por su riqueza marisquera.

Tiene poco más de un metro de ancho y una cuarta de altura. Su caudal es tan escaso que cuando desemboca en el Lañas su carga contaminante se disuelve por completo, por lo que no provoca ningún efecto negativo. Esta afirmación fue realizada ayer por el catedrático de Edafoloxía e Química Agrícola de la Universidade de Santiago Felipe Macías.

Antes de exponerla, recordó que tanto el Portadego como el Lañas, y también el Ulla, este último hasta Ponteledesma y Pontevea, son sometidos a unos controles sitemáticos (en 40 puntos diferentes) desde el año 2004 por parte de la empresa Explotaciones Gallegas, que es la responsable de la antigua explotación minera, cerrada hace tres décadas. "La cuestión no es el veneno, sino la dosis del veneno", expuso Macías parafraseando a Paracelso.

Otro representante de la misma firma, David González, agregó que los estudios realizados por el organismo público Augas de Galicia califican de "muy buena" el agua del Ulla, mientras que la de otros, como el Sar o el Umia, solo alcanzan el nivel de "buena".

Las acusaciones vertidas por la plataforma organizada para tratar de impedir la reapertura de la mima están basadas en "tergiversaciones con mala intención", dijo, cuando no mentiras, como la acusación de que hubiesen entrado en estas instalaciones residuos hospitalarios.

Explotaciones Gallegas señaló que de más de una decena de denuncias que presentaron solo dos están en fase de tramitación, una es de carácter administrativo y la otra derivada de un vertido provocado por la lluvia, que no provocó efecto contaminante alguno ni tampoco fue consecuencia de la actividad industrial que realiza.

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