Sanxenxo y Meis vivieron sus primeras jornadas con restricciones covid, con un ambiente de normalidad en las calles que, en el caso del primer concello, no pasó de una de las típicas estampas de la temporada baja sanxenxina, con el invierno a la vista. Sobre el comercio local, el presidente de Entretendas, Julio Presas, confirmó que las nuevas restricciones no afectarán de forma impactante a Sanxenxo, ya que el nivel de ventas siempre baja en la inmediata salida del verano. En este sentido, Presas ha apostado por el distintivo comercio seguro como garantía de la seguridad en el comercio local y valoró que los 29 positivos que este viernes sumaba Sanxenxo "no es una situación tan grave en estos momentos", aunque apeló a que "los ciudadanos sean responsables y cumplan las normas".
Sin embargo, las restricciones sí se dejaron notar de un modo diferente en el entorno del Mercado de Abastos de Sanxenxo, que, aunque con la salida del verano vivió también el jueves una jornada sosegada, acusó un bajón en los encargos por parte de la hostelería, según explicó el presidente de los placeros, Egidio Barral, que en el caso de su puesto de venta y distribución de productos cárnicos, fue de un 50% por pedido en la jornada del jueves, con respecto al día anterior. "No ambiente da praza non se notan as restriccións, pero si na hostelería. Se antes encargaban dez quilos agora encargan dous quilos, porque hai limitacións e a xente tamén está reacia a sentarse nas mesas", valoró.
El el caso de las frutas y verduras, la vendedora Judit María también percibió un bajón del 20% de ventas con respecto al día anterior, en una jornada que cuadró, además, con día de mercadillo en Baltar. "Hoxe hai menos xente ca onte, e de aquí en adiante será peor", aseguró. La situación mejoró en el caso de los puestos de pescados, cuyas ventas y clientes permanecieron estables en comparación con los días anteriores, según María Jesús Prieto, de Pescados María Jesús.
El mercadillo de Baltar, que se celebra los lunes y los jueves, también acusó la novedad de las restricciones de esta semana, que obligaron a los vendedores a reducir dos metros por puesto, en un sector que ya se había resentido tras un verano atípico. En el caso de Patricia Juncal, vendedora de lencería, el descenso de ventas con respecto al lunes fue de un 50%. "Hoy hay muy poca gente, los puestos están muy achicados y no se ve bien la mercancía. La gente que viene pasa por aquí rápido a comprar solo lo que necesita, y si no lo ve, no lo compra. Notamos mucha diferencia, pero es necesario", aseguró. Otros puestos como el de zapatillas de Raquel Iglesias, no notaron fuertes bajadas, a pesar de la reducción de espacio. "En estas fechas siempre bajan las ventas", justificó.
En el caso de Meis, la novedad fue el cierre de todos los parques infantiles del concello de los que, tal y como explicó la alcaldesa, Marta Giráldez, solo dos permanecerán abiertos para el uso exclusivo de la escuela infantil y de la escuela unitaria. En el caso del mercadillo del municipio, cuya primera edición con restricciones se celebra este sábado, Giráldez destacó que "non imos ter problema", ya que usualmente tan solo se concentran una media de siete puestos en la plaza, de gran amplitud.
