Verano, calor y fin de semana son ingredientes cuya mezcla casi siempre obtiene el mismo resultado en la carretera: atascos durante la mañana para disfrutar de una jornada de playa en Sanxenxo y O Grove y más retenciones a última hora de la tarde, cuando el sol se pone. Un vez más, la historia volvió a repetirse en el primer sábado del mes de agosto. Cientos de automóviles quedaron atrapados en la Vía Rápida do Salnés en dirección hacia A Lanzada.
La situación no es nueva. Cada año, son muchos los visitantes que se resignan a permanecer atrapados en sus vehículos como peaje a pagar para disfrutar de una jornada de playa. Este sábado, las retenciones se prolongaban desde la rotonda que enlaza el vial de alta velocidad con la PO-308 hasta el desvío de Noalla.
Aunque la Xunta de Galicia ya trató de limitar estas molestias con medidas puntuales, como el apagado del semáforo situado en el paso de peatones de As Salidas, donde se generaban embotellamientos cada vez que un viandante pulsaba el botón para atravesar la carretera, el problema no se soluciona.
Tanto el Concello de Sanxenxo como el de O Grove han apuntado ya en varias ocasiones al desdoblamiento de la Vía Rápida como fórmula para acabar con esta estampa. Sin embargo, ese proyecto lleva paralizado desde hace prácticamente una década (el resto de la hoy autovía se desdobló en 2008 entre Sanxenxo y Curro) y, de momento, parece no tener fecha de reinicio.
Un humedal protegido por la Red Natura es el argumento que esgrime la Administración autonómica para no completar el desdoblamiento.
