Lo primero que hicieron este domingo Sus Majestades de Oriente al llegar a Sanxenxo fue conmemorar la visita con una foto, rodeados de pajes, en la escalinata del edificio Emilia Pardo Bazán. Y no es para menos, pues el buen tiempo, acompañó durante toda la jornada, con 11 grados de temperatura durante las primeras horas de la tarde.
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Los Reyes Magos se dirigieron, a continuación, al Puerto de Portonovo, en donde tuvo lugar la recepción, a la que se acercaron los primeros niños y niñas, que tuvieron ocasión de saludar a Sus Majestades.
CABALGATA. Melchor, Gaspar y Baltasar no se hicieron de rogar. A las 18.30 horas se subieron a sus carrozas y comenzaron el recorrido en la calle Rafael Picó. El sol se iba poniendo y sus bolsas estaban repletas de caramelos.
Al caer la noche y bajar las temperaturas, los pequeños y pequeñas, aunque con las narices rojas por el frío, no escatimaron en esfuerzos para hacerse con el mayor número posible de caramelos. El Paseo de Baltar, Punta Vicaño y el Paseo de Silgar, siguientes puntos neurálgicos del paso de la comitiva, se abarrotaron de vecinos y vecinas que no se quisieron perder el acontecimiento.
En un abrir y cerrar de ojos, alrededor de las 19.00 horas, las carrozas se detuvieron en la carpa de Navidad de la Praza dos Barcos, donde los Reyes saludaron a los pequeños y pequeñas que los esperaban, ilusionados. El recorrido terminó en la Avenida de Madrid, un punto recuperado el año pasado para la cabalgata.
La música, el color y la fantasía invadieron las calles de las localidades de las comarcas Ulla-Umia y O Salnés durante la tarde de este domingo. Demostrando, una vez más, su don de la ubicuidad, los tres magos procedentes del lejano y misterioso Oriente acudieron puntuales a sus citas con los niños que los aguardaban impacientes. Las carrozas de Melchor, Gaspar y Baltasar partieron del Paseo Román López para realizar un recorrido que los llevó por As Palmeiras, As Burgas, A Tafona, O Cruceiro, Fermín Mosquera, el Campo da Torre y la calle Real, para desembocar en A Prazuela y As Palmeiras, donde se encontraba un belén viviente.
Danzaron los bailarines de la Asociación As Burgas y de la Escola de Danza de la localidad y sonaron los villancicos antes de que la comitiva real se desplazasen hasta al Casa Consistorial de Caldas para ser recibidos sus componentes por el alcalde, Juan Manuel Rey.
El punto de partida de los reyes en Vilagarcía fue la Praza da II República, con los componentes del equipo de rugby Os Ingleses convertidos en fornidos soldados romanos portando sus antorchas mientras la Banda de Música interpretaba temas alusivos a la Navidad. Era prácticamente imposible encontrar un hueco en las aceras a lo largo de todo el itinerario, que discurrió por el centro de la ciudad. Como es habitual, el multitudinario desfile concluyó en la Praza de Ravella, donde estaba instalado un ornamentado y monumental palco al que accedieron los magos para escuchar a los ilusionados niños.
En Cuntis la fiesta se celebró en el pabellón municipal, a Vilanova los magos llegaron surcando el mar, y también estuvieron presentes en Cambados, O Grove, Meis, A Illa de Arousa, Catoira, Cesures, Meaño y Moraña.
