El Concello de Sanxenxo y el Club de Piragüismo Portonovo cerraron ayer, felizmente y chocando los codos, un capítulo en su historia común. La demanda histórica de una nueva sede en plena playa de Baltar se ha hecho realidad con la entrega oficial de las llaves, después de años de reivindicaciones por parte del club. El más orgulloso, el alcalde, Telmo Martín, que pudo al fin mostrar, totalmente terminada, una obra que parecía no acabarse nunca. "Hoxe o Concello cumpre cunha demanda histórica e cumpre cun clube que leva moitos anos facendo as cousas ben, un clube moi loureado. Hoxe temos a honra de poder entregarlle as chaves destas instalacións de case 300 metros cadrados, nunha zona magnífica na que os nenos non van ter que cruzar a estrada coas piraguas", apuntó el alcalde.
Y no le faltó razón. La situación de la antigua sede de piragüismo, en la Praza do Espiñeiro, ya había levantado revuelo en anteriores ocasiones por la rocambolesca circunstancia de que los piragüistas debían portar sus embarcaciones a cuestas hasta la playa, cruzando la carretera con nula visibilidad, en una zona, además, muy transitada. Ahora, eso se ha acabado.
Pero la obra de la sede no fue tarea fácil. A pesar de que su conclusión definitiva se venía anunciando ya desde principios de año, no fue hasta ayer cuando el club recibió las llaves. En el mes de enero, el club ya aquejaba haber "perdido el invierno" sin la nueva sede, y es que ya el pasado verano de 2019 los trabajos sufrieron graves problemas al hundirse el suelo, construido encima de una duna. El invierno tampoco lo puso fácil, con una climatología adversa y, para rematar, la covid-19 volvió a ralentizar el proceso de una obra que, en principio, tenía un plazo de ejecución de tres meses.
Pero nunca es tarde. El Concello ha invertido "case 200.000 euros neste clube" y a partir de hoy por fin pueden disfrutar de la nueva sede. Esto es algo que agradeció ayer publicamente el presidente del club, Alberto Rodríguez, para el que la nueva sede supone "comodidade, salubridade, poder ampliar a capacidade de almacenamento e, sobre todo, a seguridade dos nosos pequenos". Según el proyecto, la sede de Baltar tiene capacidad para 104 embarcaciones de diferentes tamaños, que "non son todas as que ten o clube, pero si as de uso diario", apunta Rodríguez.
PROVISIONAL. La que en un principio fue concebida como sede provisional, todavía lo sigue siendo. Al menos, para el Club de Piragüismo Portonovo, cuyo presidente ayer insistía en la idea de que la nueva sede de Baltar "váisenos quedar pequena en nada". Y no es para menos ya que, según explicó, "estamos facendo o noso traballo, e cremos que é o momento de que tanto dende o Concello como dende o resto de administracións volvan apostar forte polos deportes, que van ser o refuxio dos nosos rapaces para o futuro", aseguró Rodríguez, quien también reconoció "a aposta decidida por esta sede a pé de praia despois de moitos anos de espera".
A pesar de ello, al club le quedan muchos años para disfrutar la nueva sede ubicada en Baltar, que supone un gran cambio para sus deportistas en contraposición con la anterior. "Os vestiarios que tiñamos estaban obsoletos e as instalacións nunca foron pensadas para o piragüismo, fomos adaptándoas nós pouco a pouco. Esta nova sede si está pensada para a práctica do piragüismo", aseguró el presidente. Para los y las deportistas del Club de Piragüismo Portonovo, desde hoy se acabó tener que cruzar la carretera.
