El panorama que se dibuja en Galicia en la primera parte de la Semana Santa arranca este fin de semana con solo dos ayuntamientos en donde únicamente se puede salir o entrar por motivos justificados al estar en restricciones máximas —Beade y Maside— y con el foco puesto en los lugares más turísticos, como Sanxenxo y Baiona, donde la incidencia acumulada se disparó tras el puente de San José y pasan este viernes a engrosar el listado de siete concellos con limitaciones altas.
Con todo, los efectos de la entrada en vigor del modelo de cuatro niveles, activado hace justo una semana, no comenzarán a percibirse hasta que vaya cerrando un ciclo epidemiológico, lo que implica el paso de entre diez y catorce días. De este modo, será en la reunión del próximo martes del comité clínico donde se evalúen las consecuencias de la ampliación de aforos y horarios en la hostelería, y la flexibilización de la movilidad interna en Galicia.
EL SUBCOMITÉ DECIDE. Como es habitual, este viernes se reúne el subcomité clínico, que continuará con el seguimiento de la situación epidemiológica y, en función de los datos, determinará si se deben endurecer o aligerar las condiciones en algún municipio.
Según las últimas estadísticas del Sergas, Beade y Silleda superan la tasa de 500 casos de incidencia a catorce días, es decir, la que se corresponde con el nivel alto.
Con más de 250 —el alto— estarían Maside, Vilardevós, Cortegada, Neda y Boimorto. Con entre 150 y 250, equivalente al escalón medio, aparecen ya varios lucenses: Monforte, Pantón, Riotorto, O Saviñao, Sober y Samos. Aunque cabe recordar que este no es el único factor que decanta las medidas del comité.
Toda decisión que se adopte entrará en vigor el próximo lunes, lo que garantiza que esté en vigor al menos hasta el Viernes Santo.
