El regreso de Telmo Martín a la Alcaldía de Sanxenxo en 2017, gracias al acuerdo del bipartito (PP y SAL) significó, aquel otoño, el principio de una profunda reestructuración urbanística a años vista. Pocos meses después, el Pleno ya había aprobado la suspensión de varios de los 30 suelos urbanizables que contemplaba el PXOM de 2003. Una treintena de SU que, según apuntó en aquel entonces el equipo de Gobierno, suponían casi 7.000 viviendas que eran "excesivas" frente "a la demanda real". Con el objetivo de "mejorar la ordenación" de dichos suelos urbanizables y adaptarse a las normas urbanísticas del momento que fueron aprobadas con posterioridad al PXOM, como es el caso del Plan de Ordenación del Litoral (POL), muchos de los desarrollos urbanísticos quedaron paralizados y, algunos de ellos, acabaron en manos de la Sareb, hasta ahora.
Durante la mañana de este martes, el alcalde, Telmo Martín, firmó un convenio con la coordinadora de Gestión Urbanística Serviland, Marta De Santos Sánchez, entidad que gestiona los suelos de la Sareb ubicados en territorio español, y por el que tres suelos urbanizables que son propiedad mayoritaria de este ente (SU-11, SU-14 y SU-27) sufrirán una modificación puntual en el PXOM, que supondrá la posibilidad de edificar 1.627 viviendas, 350 menos que las previstas con anterioridad para el total de estos tres suelos, y la construcción de un campo de golf de 18 hoyos, uno de los objetivos históricos de Telmo Martín a nivel de equipamiento municipal.
Esta modificación puntual del PXOM abarcará, tal y como explicó el alcalde, unas 200 hectáreas de las que 133 (casi un millón y medio de metros) serán propiedad del Concello. Estas se dedicarán a "espacios libres, zonas verdes, viales y al disfrute de los vecinos", garantizó Martín. Precisamente, "de ese millón y medio", apuntó, un 70% se encuentra en manos de la Sareb, mientras que el otro 30% pertenece a particulares, "a quienes de alguna forma también les vendrá bien esto, porque podrán entrar en negociaciones".
Concretamente, el SU-11 (Alto de Miraflores) es 100% propiedad de la Sareb, mientras que en el SU-14 (Monte Faro), la entidad cuenta con el 67% y en el SU-27 (Altamira-Vilalonga), con el 98%.
Golf en Monte Faro
Es el SU-14 de Monte Faro el que incluirá el campo de golf de 18 hoyos que, tal y como aclaró la propia representante de la Sareb, "fue una condición inamovible de Telmo Martín". Este suelo urbanizable es el de mayor extensión de los tres, con 1.485.920 metros cuadrados. La modificación de este ámbito implica reducir el número de viviendas previstas con anterioridad, pasando de 1.347 a 1.290, es decir, 57 menos. Estas más de 1.200 viviendas serán, según la representante de la Sareb, "de baja intensidad", con el objetivo de "respetar los valores paisajísticos".
Así, como contrapartida, los espacios libres públicos se incrementarán, pasando de 1.073.920 a 1.231.385 metros cuadrados. Es dentro de esta extensión en la que se incluye el campo de golf, que la promotora tendrá que entregar ya ejecutado al Concello.
Alto de Miraflores
El SU-11 de Alto de Miraflores cuenta con una extensión de 139.230 metros cuadrados. El 70% de su superficie, 96.582 m2, se calificará como suelo rústico de protección forestal, que la Sareb cederá para crear una zona verde abierta al vecindario. Con anterioridad, el suelo rústico suponía tan solo 14.392 m2. Debido al "interés paisajístico de la zona", dicha modificación del PXOM reducirá notablemente la edificabilidad, pasando de 414 viviendas proyectadas e un desarrollo previsto de tan solo 10 viviendas unifamiliares que se situarán en la cota más baja del suelo.
Jóvenes y Vilalonga
Otra de las modificaciones más importantes se llevará a cabo en el SU-27 de Altamira-Vilalonga, con una extensión de 85.651 m2, de los que se destinarán a espacios libres públicos 35.340 m2 (antes solo 8.761 m2). En este caso, la edificabilidad pasa de 214 viviendas unifamiliares a 325 viviendas colectivas para jóvenes, 111 más, enfocadas a permitir el acceso asequible a ellas, una demanda histórica en el municipio. En este terreno, además, el Concello desarrollará equipamientos para la tercera edad.
El convenio establece un periodo máximo de dos años para la aprobación inicial de la modificación del PXOM, prorrogable en seis meses por causas ajenas al Concello y que se contarán desde el inicio de la evaluación ambiental.
