Hosteleros, comerciantes y profesionales de la restauración coinciden a la hora de destacar la necesidad de que Sanxenxo cuente de una vez con todas con una normativa para regular las terrazas, que sirva para poner punto y final al "acoso y derribo" que, en ocasiones, sufren los espacios públicos.
Esta es una de las cuestiones en las que coinciden buena parte de las agrupaciones que estuvieron presentes el pasado jueves en la reunión que se celebró en el Concello para presentar los pormenores de un reglamento que, de momento, no pasa de ser un mero borrador. De hecho, la intención del Ayuntamiento es aprobarlo no sin antes analizar todas las aportaciones que los afectados y vecinos estén dispuestos a realizar de aquí a finales de mes.
En este sentido, el Consorcio de Empresarios Turísticos de Sanxenxo (CETS) ya anunció este viernes su pretensión de ofrecer algunas sugerencias para mejorar la ordenanza. El presidente del colectivo hostelero, Francisco González, deja claro que este paso "resultaba ya muy necesario". González admite que "en algunas zonas hemos llegado a unos niveles de ocupación de la vía pública que quizá resulten un tanto excesivos". No obstante, el máximo responsable de CETS cree que el borrador puede mejorarse. Así, Francisco González apuesta por introducir un punto en el texto que tenga en cuenta proyectos que sirvan para "armonizar y embellecer el entorno".
Sobre este particular, el presidente del consorcio sanxenxino confía en que el Concello "sea sensible" a la hora de valorar, por ejemplo, "si en una zona se instalan una serie de terrazas homogéneas, que ayudan a mejorar el entorno visualmente, aunque se excedan 10 centímetros del máximo". Presumiblemente, esta será una de las aportaciones que el CETS entregará antes del 31 de octubre, fecha límite para presentar las alegaciones.
González no esconde que existe "una corresponsabilidad" que ha llevado al posible exceso de mesas y sillas en algunos emplazamientos de los principales núcleos del municipio. "Es una cuestión en la que tienen que ver los negocios que, poco a poco, han ido ganando espacio y también del propio Concello, que ha permitido esta práctica", indicó.
Por último, el presidente del CETS se mostró confiado en que, una vez entre en vigor, la ordenanza sea igual "para todos" y que "no se produzcan situaciones en las que parezca que hay establecimientos de primera y de segunda".
Por su parte, la Asociación Entretendas Centro Comercial Urbano también valora positivamente el paso dado por el Ayuntamiento. "Es una solución para evitar que cada local ocupe la calle sin restricciones". Esta es la opinión de su presidente, Julio Presas, que considera "razonable" el plazo de 20 días otorgado por el Concello para la presentación de alegaciones. Presas ve prioritario que se respeten "los espacios necesarios para cumplir con los parámetros de movilidad", algo en lo que coincide el CETS, que entiende que "deberían dejarse libres 1,80 metros por lo menos".
