La segunda vida de los trajes blancos de los voluntarios del Prestige

Vecinos de O Grove donan al servicio municipal de emergencias más de 200 que guardaban en casa, además de patucos y gafas
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photo_camera Un grupo de voluntarios limpiando chapapote del Prestige en 2003. ARCHIVO

La ola de solidaridad que estos días recorre el país de punta a punta ante los estragos que está causando la pandemia del coronavirus es un reflejo de la que hace dieciocho años se desató tras la catástrofe del Prestige.

El hundimiento del petrolero en noviembre de 2002 llenó las costas gallegas --también de Francia y Portugal-- de chapapote que una marea de voluntarios, ataviados con unos trajes blancos que contrastaban con el negro del fuel, se afanó en contribuir a retirar como buenamente supo o pudo.

Proc/JFIF/EFE-Calidad:ExcelenteY como quiera que quien guarda siempre tiene, como reza el dicho popular, vecinos de O Grove curtidos en la batalla del Prestige han sabido darle una segunda vida a todo aquel material de protección. Estos días han donado al servicio municipal de emergencias más de 200 trajes blancos desechables, patucos y gafas que almacenaban en sus casas.

El coordinador del servicio municipal de emergencias de O Grove, José Antonio Álvarez, explica que hizo un llamamiento a la donación de este material para que el personal sanitario pueda hacer uso del mismo. Lo hizo consciente de que el equipamiento del que disponen no sería suficiente si se llegara a producir un repunte de contagios por Covid-19 en el municipio, en el que ya se han confirmado cuatro casos, tres hombres y una mujer, todos ellos mayores de 70 años.

Lo recogido se distribuirá entre el personal del 061 en contacto con los posibles infectados

"Todo el material que se pueda donar es bien recibido", señala Álvarez, que admite que harían falta más trajes para poder "capear el temporal". Lo recogido se distribuirá de forma fraccionada con el personal del 061 que está en contacto con los posibles infectados. “Ojalá que no nos hagan falta y puedan donarse a los hospitales o a quien lo necesite", dice.

El alcalde de O Grove, José Antonio Cacabelos, agradece la donación de los vecinos y el trabajo que están realizando costureras y voluntarios para seguir confeccionando mascarillas y atendiendo las necesidades de los vecinos con mayor riesgo de contagio. 

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