Torres trabaja en el primer vino fermentado y criado en depósitos de granito en las Rías Baixas

La bodega, instalada en el Pazo Torre Penelas, cuenta con tres depósitos de granito gallego de forma ovoide y 735 litros de capacidad

Vendimia en As Rías Baixas. GONZALO GARCÍA
photo_camera Vendimia en As Rías Baixas. GONZALO GARCÍA

Bodegas Torres trabaja en su primer vino en el Pazo Torre Penelas —Rías Baixas—, que adquirió hace un año y medio y que será el primero elaborado totalmente en granito, pues se fermentará y criará en depósitos fabricados con dicho material. La compañía ha explicado en un comunicado que esta bodega, instalada bajo la torre del pazo, cuenta con tres depósitos de granito gallego de forma ovoide y 735 litros de capacidad, a los que se ha adaptado un sistema de refrigeración para controlar la temperatura de la fermentación.

El vino ha fermentado durante 20 días en estos depósitos pétreos y actualmente está realizando la crianza sobre lías (sustancias sólidas que se producen durante la fermentación), que durará de seis a ocho meses. "Este tipo de material, por la porosidad de la piedra, permite una microoxigenación constante del vino, facilitando la generación de aromas y mineralidad", ha señalado.

Además, la forma ovoide favorece el movimiento del vino en el interior del depósito y hace que las lías se mantengan en suspensión, lo que aportará mayor untuosidad y volumen en boca. Según el enólogo de la Familia Torres en Rías Baixas, Víctor Cortizo, la idea es que el vino "muestre la singularidad de las seis hectáreas del viñedo amurallado del Pazo Torre Penelas en el valle de Salnés".

En este viñedo se hizo la primera vendimia en 2017, que sirvió para conocer todo el potencial del viñedo y parcelar las seis hectáreas en tres zonas según la orientación y edad de las cepas, que van de los 12 a los 35 años. Ya este año ya se han seleccionado los lotes para elaborar en la bodega, que también dispone de tres depósitos de hormigón, cinco de acero inoxidable y una barrica de madera de 600 litros.

La vendimia, como marca la normativa de la DO Rías Baixas, se inició el 12 de septiembre para conservar la acidez de la uva y finalizó la última semana de septiembre con menos producción que el año anterior pero una "calidad excepcional". 

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