El TSXG da la razón al Concello de Sanxenxo en el caso de Muebles Alonso

Los propietarios tendrán que abonar 50.309 euros íntegros del derribo
 
El antiguo edificio de Muebles Alonso, antes de ser derribado el pasado diciembre de 2019. DS
photo_camera El antiguo edificio de Muebles Alonso, antes de ser derribado el pasado diciembre de 2019. DS

La familia propietaria del que había sido el antiguo edificio de Muebles Alonso, anteriormente ubicado en el número 49 de la calle Progreso, tendrá que abonar los gastos íntegros del derribo subsidiario ejecutado el pasado diciembre de 2019. Así lo recoge una sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), que desestima el recurso presentado por los propietarios del antiguo inmueble y ratifica el fallo del Juzgado de lo Contencioso Administrativo de Pontevedra a favor del Concello de Sanxenxo.

El inmueble, que contaba con dos plantas con una altura total de 7,70 metros y una superficie de 303 metros cuadrados, fue declarado en estado de ruina en el año 2018, tras lo cual el Concello concedió un plazo de tres meses a los propietarios para ejecutar su demolición. Ante la falta de cumplimiento en lo que respecta al derribo, el Gobierno sanxenxino decidió acudir a la ejecución subsidiaria de derribo, por la que luego cobraría los gastos ocasionados a los dueños del inmueble, que ascienden a un total de 50.309 euros.

Tras el derribo, los propietarios sostuvieron en su recurso de apelación que se debía descontar la piedra del edificio que se llevó la empresa encargada de demolición en compensación parcial por el importe de los trabajos, cifrando el importe en 18.394 euros. Sin embargo, el TSXG indica en su fallo que "el Concello ha tenido que sufragar unas cuantías determinadas para ejecutar una obligación ante el incumplimiento de los propietarios y no ha obtenido ningún provecho económico de la piedra", condenando también a los dueños del edificio a las costas procesales, si bien todavía podrán acudir al Tribunal Supremo.

La demolición impulsada por el Concello, que en esta última década ya ha pasado por la piqueta a más de cinco estructuras ruinosas, coincidió con la remodelación de la calle Progreso, que en ese momento avanzaba con los trabajos de asfaltado. Así, y desde que se diera la orden, Muebles Alonso pasó a formar parte de la lista de demoliciones en la que hoy se contabilizan la Discoteca Quijote, la subestación de Vilalonga o el antiguo cuartel de la Guardia Civil.

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