Desmantelan una red turcoholandesa que distribuía heroína desde O Salnés

La Udyco y el Edoa interceptaron 7 kilos de caballo en el peaje de Curro. Dos portugueses los llevaban a Sanxenxo

Una operación conjunta del grupo II de la Udyco de la Policía Nacional de Pontevedra y el Edoa de la Guardia Civil desarrollada en las últimas horas sirvió para desmantelar la rama gallega de una organización turcoholandesa dedicada al transporte, la adulteración, la distribución y la venta de importantes cantidades de heroína en todo el Noroeste Peninsular. El despliegue policial, que se desarrolló de forma casi simultánea al que efectuó el Greco Galicia en Vilagarcía para acabar con el clan Salamanca, contó con la colaboración del Servicio de Vigilancia Aduanera, dada la dimensión internacional de la red que era objeto de investigación.

La fase final del operativo comenzó el domingo. Los especialistas antidroga de la Comisaría y la Comandancia tenían constancia de que la organización estaba preparando un envío de droga que iba a ser recepcionado por dos individuos de origen turco y con pasaporte holandés afincados en el corazón de Sanxenxo, muy cerca de la playa de Silgar.

Con esa información entre manos, las autoridades policiales establecieron un amplio dispositivo en el peaje de la AP-9 en Curro, en el término municipal de Barro. Los turcoholandeses habían contratado a dos ciudadanos portugueses para efectuar la última fase del transporte de la mercancía por carretera, desde los Países Bajos hasta la comarca de O Salnés, lugar en el que pensaban adulterar las sustancias y volver a venderlas, con importantes ganancias.

Policías y guardias civiles lograron interceptar el turismo y encontraron lo que se esperaban: siete kilos de heroína de gran pureza y 20 kilos de sustancia de corte, todo ello procedente del país de los tulipanes.

Los dueños de la droga estaban afincados entre O Salnés y Portugal, recibían la mercancía y la adulteraban

 

El hallazgo propició el inmediato arresto de los dos turcoholandeses, los dos portugueses y de dos gallegos, uno de ellos vecino del núcleo de Gondariño, en Vilalonga, cuyo inmueble fue objeto de registro durante la jornada del martes. De forma simultánea, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado inspeccionaban otro domicilio, en este caso en Goián (muy cerca de la frontera hispanolusa). Ya por la tarde, el turno fue para el centro de Sanxenxo, el lugar que empleaban los dueños de la droga para alojarse.

LA RUTA DE LA HEROÍNA. El caballo que fue incautado en el peaje de Curro había seguido la ruta tradicional para llegar a Galicia. Producido en Afganistán, llegó a Europa a través de Turquía, donde ya estaba bajo el control de miembros de la organización que resultó desarticulada. Desde allí fue transportado hasta Holanda. En cada uno de esos puntos de paso, ramificaciones locales adquirieron parte de las sustancias para su distribución.

En los Países Bajos, a donde se habrían desplazado los súbditos portugueses para recoger la droga destinada a Galicia, fueron cargados los 20 kilos de sustancia de corte, productos químicos muy fáciles de conseguir en ese país ante la laxitud de la legislación vigente en la materia. Una vez en Pontevedra, la red pensaba adulterar la droga para obtener mayores beneficios.

UN MILLÓN DE EUROS. El valor de mercado de la heroína, una vez cortada con las citadas sustancias decomisadas, alcanzaría el millón de euros, según los actuales precios del mercado ilícito.

El operativo fue coordinado por el Juzgado de Instrucción 3 de Cambados, competente en la zona de Sanxenxo, con el apoyo del fiscal Antidroga de Pontevedra, Pablo Varela.

Clan Salamanca

Un dispositivo espectacular que levantó una gran expectación en Gondariño

El ruido de cerca de medio centenar de automó- viles rompió la tranquilidad que se vivía este martes en el lugar de Gondariño, en la parroquia de Vilalonga. Fue poco después de las 11.00 horas cuando los automóviles de las fuerzas del orden llegaron a la vivienda de uno de los detenidos, un grovense afincado en Sanxenxo. El despliegue cogió por sorpresa a los vecinos, uno de los cuales afirmó que los agentes llevaban sus armas desenfundadas poco antes de acceder a la vivienda, cuyo registro se realizó sin incidentes.

La inspección se prolongó durante más de cuatro horas. El propietario, muy conocido por disponer de una licencia de taxi en la villa meca, heredada de su padre, estuvo presente durante el minucioso trabajo llevado a cabo por la Udyco de la Policía Nacional de Pontevedra y la Edoa de la Guardia Civil. Buena parte de la búsqueda se realizó en el interior el inmueble, una vivienda unifamiliar de dos plantas, si bien también se pasó revista al jardín y a los terrenos más próximos a la casa. Algunos vecinos no perdieron detalle de parte del registro, desafiando a las altas temperaturas. Varios de ellos coincidieron a la hora de asegurar que el detenido no había levantado sospechas entre los residentes. "É unha persoa que vai ao seu e nunca provocou ningún problema", indican.

Poco antes de las 14.00 horas, en pleno registro, hizo acto de presencia en la vivienda la esposa del detenido. Antes de poder abandonar la casa en uno de los vehículos de su propiedad, los agentes procedieron a realizar un rápido registro del coche. Las pesquisas concluyeron pocos minutos antes de las 16.00 horas.

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