La vendimia empieza sin prisa y con hasta un 20% menos de uva

Martín Códax augura una reducción de la quinta parte de la cosecha a causa del clima y la resaca de las producciones anteriores

La campaña de la vendimia ha comenzado y, como es costumbre, lo ha hecho a distintos tiempos. Algunas bodegas ya han iniciado la recolecta de uva y los primeros pasos de elaboración de los caldos, mientras otras todavía ultiman preparativos. Lo único común a todas ellas es que esta vez no hay prisa por desnudar la vid (ya que no hay amenaza de lluvias) y que está prevista una cosecha inferior a la de otros años, debido a una reducción de la materia prima que oscila según la fuente.

La Denominación de Orixe Rías Baixas estima que se recogerán 36,6 millones de kilogramos de uva, un 5,2% menos que la cosecha del año pasado. En cambio, varios técnicos de campo han trasladado a Unións Agrarias que la bajada será superior al 10% y algunos incluso elevan la cifra hasta el 20%. Es el caso del director técnico de Martín Códax, Miguel Tubío, que premoniza una reducción de la quinta parte a causa de una "suma de factores". Sobre todo, por el hecho de haber registrado un mes de junio "moi frío e chuvioso" y por haber tenido dos cosechas previas muy potentes "que quizais provocaron un pouco de desgaste" en la vid. En todo caso, Tubío dista de encender las alarmas. Según dice, estas previsiones no significan "un desastre", sino que colocan la cosecha de Rías Baixas a un nivel normal. "O que ocorre é que as colleitas previas foron moi boas", aclara.

Miguel Tubío: "É unha vendima con grado e acidez, e que madurou en condicións de temperaturas frescas, o que é positivo a niveis de aromática"

Martín Códax inició la semana pasada la recolecta de la uva reservada a espumosos y este lunes dio salida a la recogida de uva en coordinación con los viticultores. Para la empresa la uva ya ha alcanzado el punto óptimo y está lista para ser exprimida, con una graduación alcohólica atractiva, de 13 grados, y una acidez en su punto. "É unha vendima con grado e acidez, e que madurou en condicións de temperaturas frescas, o que é positivo a niveis de aromática", explica Tubío. Si los cálculos aciertan, la bodega cosechará este año algo menos de cinco millones de kilos de uva en el plazo de unas dos semanas.

CAMPAÑA EXTENSA. Mar de Frades es otra de las 182 bodegas de la Denominación que ha dado el pistoletazo de salida y una de las que atisba una campaña extensa. Su gerente, la enóloga Paula Fandiño, explica que en sus cultivos la maduración de la uva "está realizándose de forma muy heterogénea", de modo que hay parcelas que ya estaban listas para la recolecta a inicios de septiembre y otras en las que "la maduración está siendo difícil". "Vemos que no hay generación de azúcar y que la degradación de acidez es muy lenta, por lo que preveemos una vendimia muy larga", señala.

El "tiempo loco" tiene buena parte de la culpa. Este año las precipitaciones llegaron antes que el clima veraniego, incluyendo fuertes lluvias en la primera quincena de agosto, y luego arribaron las temperaturas altas y el viento del norte, lo que "ha secado las cepas" y "ralentizado la maduración". Como consecuencia, la gerencia de la bodega calcula que la vendimia, iniciada a finales de agosto con la uva para espumosos, tendrá una duración de "unos 20 días".

Paula Fandiño: "No hay generación de azúcar y la degradación de acidez es muy lenta, por lo que preveemos una vendimia muy larga"

En cuanto al volumen, tanto el personal de Mar de Frades como los 150 viticultores del Valle de Salnés y de la ribera del Ulla con los que trabaja han observado que "hay una cantidad inferior de uva". En su caso, de entre "un 10% o un 12% menos" respecto a los últimos años, a causa de los ritmos biológicos de la viña, que hace "que unos años produzca más y otros menos".

En todo caso, Fandiño subraya que la bodega está recibiendo la uva "en tiempo y forma", sin adelantar maduraciones, y que las muestras recogidas apuntan hacia unos "mostos muy intensos, aromáticos, frescos y con un perfil más afrutado que floral".

Mar de Frades contrata para la campaña a unas cien personas que trabajan en el campo para la recolección de la uva y otras 35 para el proceso que se lleva a cabo en la bodega. En los últimos años se topó con serias dificultades para formar una plantilla acorde a sus necesidades, por eso esta vez empezó a planificar las contrataciones en junio. Aún así, su gerente advierte de que "costó encontrar a gente" y que el reclutamiento de temporeros "ha sido difícil". De hecho, agentes sindicales añaden que la falta de trabajadores temporales es otro de los motivos que dan lugar a una vendimia "más larga" que otros años.

Marisol Bueno: "Estamos analizando 300 muestras de cada parcela y consideramos que todavía no es el momento"

LA UVA DECIDE. Pazo de Señoráns es una de las bodegas que está a la expectativa. Su propietaria, Marisol Bueno, todavía desconoce la fecha de inicio de la recolecta porque, según indica, "vendimiamos cuando mandan las uvas". "Estamos analizando 300 muestras de cada parcela y consideramos que todavía no es el momento óptimo. Puede que sea a finales de esta semana, pero todo depende de la uva, que es la que decide. Sobre todo en un año como este, en el que el tiempo no amenaza con nada", señala.

Bueno destaca que comenzar la campaña en la segunda semana de septiembre "es lo normal" y que por norma general la vendimia "dura bastante". En su caso han conseguido capear la falta de mano de obra que denuncia el sector y, pese a que "hay algo menos de personal" que otros años, la bodega ha conseguido trabajadores para la vendimia y las faenas de bodega. "Todos los años trabajamos con la misma gente. Son cerca de 60 trabajadores que se suman a la plantilla habitual", concreta Bueno.

Sobre las previsiones que apuntan a una reducción de la cosecha, la propietaria no se atreve a dar números "hasta terminar la vendimia". El volumen de los últimos años ronda entre los 400.000 y 500.000 kilogramos de uvas, entre las reina la variedad Albariña, el buque insignia de la D.O.

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