Vilagarcía ya ha dado la bienvenida al 2019

La fiesta cuenta con una afluencia de visitantes cada vez mayor

Multitudinario recibimiento del año por adelantado en Vilagarcía. SALVADOR SAS (EFE)
photo_camera Multitudinario recibimiento del año por adelantado en Vilagarcía. SALVADOR SAS (EFE)

Como ocurre cada 31 de diciembre, la ciudad de Vilagarcía de Arousa ya ha tomado las uvas con doce horas de adelanto, al ritmo de las campanadas del reloj que preside el ayuntamiento, en la Plaza de Ravella, y sin problemas hasta el número ocho, puesto que a partir de ahí fue necesario recurrir en esta ocasión a la voz en alto.

La convocatoria es tan multitudinaria que hubo bastantes retenciones en los accesos a la urbe por coche y, pese al pequeño fallo en la grabación, no faltó emoción entre la multitud, que escuchó hasta con aplausos el aviso de que esos errores ocurren en multitud de lugares y hasta traen buena fortuna.

Uvas, que algunos han visto escasas —por la afluencia cada vez mayor, pese a que las provisiones eran generosas—, confeti, serpentinas, cava y yogures han tenido una importante presencia en este acto, en el que la ilusión se hace notar, máxime en una jornada presidida por el anticiclón, que está dejando buen tiempo en Galicia para la época.

Lo que no faltó fue la música, y junto a los clásicos de todos los tiempos bailaron personas de diferentes edades y de diversa procedencia geográfica, tanto de Galicia como del resto de España.

Como colofón a esta parte, una muiñeira, antes de poder disfrutar de la gastronomía local y de sus atestados bares y cafeterías, en una de las mejores jornadas para el sector.

Expresar deseos para el año que entra, listas de objetivos, pensar en cómo repetir este mismo saludo al 2019 por la noche han estado presentes en las conversaciones de todos los participantes en esta cita previa a las uvas "formales" y que cada vez está más consolidada.

Como bien se cuenta en la web de turismo Rías Baixas, Vilagarcía de Arousa no se conforma con celebrar una vez el Año Nuevo. Es por ello que desde 1998 la ciudad se adelanta doce horas a las campanadas de medianoche del 31 de diciembre en una multitudinaria fiesta en la plaza de Ravella, junto al consistorio.

Nada falta en el evento, al que con posterioridad se sumaron otras localidades pero del que la capital de O Salnés, novena urbe de Galicia en población, con 37.500 habitantes, es pionera.

Empresariado de comercio y hostelería y personas voluntarias participan en la organización de la bautizada como Festa das uvas, que solo se interrumpió en 2003 por la catástrofe del petrolero Prestige en las costas gallegas.

Embolsan y reparten todo lo necesario para la celebración entre las personas asistentes, mientras un espectáculo calienta motores una hora antes de entrar en el nuevo año a la luz del mediodía.

Villancicos, clásicos musicales y otros estilos animan el ambiente en una cita que goza de gran repercusión en los medios de ámbito nacional. Después de las campanadas se desata la fiesta con el lanzamiento de confeti.

Antes de que Nueva York, Buenos Aires, Río de Janeiro, Londres, Berlín o El Cairo festejen por todo lo alto el Año Nuevo, la gente de Vilagarcía de Arousa y las personas visitantes que se acercan a la plaza Ravella ya ponen simbólicamente el reloj en las doce y un minuto del día siguiente.

Los mensajes de venturoso año nuevo, los besos y los abrazos de un día mágico van con antelación, son más tempraneros que en el resto del mundo. 

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