La muerte de Cristina, una joven de 39 años, a manos de su expareja, en el barrio vigués de Coruxo en la jornada del martes tiñó de negro la celebración en honor a la virgen del Pilar que, como cada 12 de octubre, se celebró este miércoles en la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra. El acto, que reunió a las principales autoridades civiles y militares de la provincia, sirvió también para condecorar a 28 miembros del Instituto Armado que, por su destacada labor en el último año, se hicieron merecedores de ello. El jefe accidental del acuartelamiento pontevedrés, José Jar Couselo, y el subdelegado del Gobierno, Delfín Fernández Álvarez, cerraron el evento con dos discursos muy protocolarios que precedieron a la tradicional ofrenda a los caídos, punto y final de la celebración.
Entre los distinguidos destacaron los integrantes del grupo de información de la Comandancia, encabezados por el capitán José Corral, que tuvieron una intervención decisiva en la operación 'Abuelo' (contra el uso de explosivos para la pesca), y en la trama 'Codeso' que acabó con el arresto del exgrapo Telmo Varela, supuesto responsable de algunos de los atentados contra sedes de partidos políticos en varios puntos de Galicia. Otros de los distinguidos fueron el capitán Joaquín Losada, de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial, cuyos méritos residieron en la lucha (con gran éxito) contra el mercado negro del cobre, trabajando en coordinación con el fiscal jefe, Juan Carlos Aladro, también presente, aunque en su caso para entregar distinciones, no para recibirlas.
Se entregaron, además, cuatro menciones a personal civil, entre las que destacaron la de la jefa provincial de Tráfico, Victoria Dobarro, y la del conocido empresario Magín Froiz.
Delfín Fernández incidió en su discurso en los buenos números que, a su juicio, presenta la Guardia Civil en cuanto a esclarecimiento de delitos y, al mismo tiempo, en el nivel de delincuencia en la provincia, que considera bajo. Mostró su preocupación, por otra parte, por el aumento de robos en el rural, ''que ofrece alicientes más atractivos que hace unos años, tanto a la delincuencia autóctona como a la foránea''.
José Jar, por su parte, puso de manifiesto que los alcaldes del rural solicitan un aumento de efectivos del Instituto Armado.
