Los devotos, sobre todo los que figuran en las largas listas de desempleados del INEM, siguen depositando su confianza en Jesús Nazareno. Al igual que en años anteriores, encontrar trabajo fue una de las Tres Gracias más solicitadas por los creyentes que durante la jornada de ayer formaron largas colas delante de la capilla de la calle Tetuán.
Para quienes tratan de incorporarse o regresar a la vida laboral todas las ayudas (incluso la divina) les resultan escasas en estos tiempos, azotados por la crisis económica. Por eso no es extraño que se repita la llamativa imagen que se produce todos los años, cada 4 de marzo: la interminable hilera humana que comienza ante la ermita de la calle Tetuán y que rodea el Teatro Principal.
La interminable fila de personas que aguardaban a que les tocase su turno para dirigir sus ruegos al Nazareno rejuvenece año tras año. «Aumenta el número de jóvenes que participan en estos actos. Están desesperados por la falta de trabajo», precisaron voluntarios de la parroquia de San Bartolomé que a lo largo del día se encargaron de organizar la hilera de feligreses.
(Más información en nuestra edición impresa del 5 de marzo).
