PONTEVEDRA. La alarma y la angustia cundieron ayer, minutos después de las ocho de la tarde, en dos viviendas del lugar de Pintos, en San Vicente de Cerponzóns: se acababa de detectar un incendio forestal y las llamas avanzaban hacia las casas de forma amenazante, gracias al intenso viento reinante.
No tardaron en llegar al lugar los Bomberos de Pontevedra y dos agentes forestales, cuatro brigadas y dos motobombas de la Xunta de Galicia. Entre todos habilitaron un amplio operativo que permitió controlar la situación en poco más de una hora, para alivio de los lugareños. Maricarmen Pérez, vecina de la zona, explicó que "en cuanto vimos el humo tan cerca nos asustamos mucho, porque el viento soplaba muy fuerte en dirección a las casas".
La rápida intervención de los equipos de extinción posibilitó que el fuego solo calcinase un kilómetro cuadrado de monte. "La verdad es que lo hicieron muy bien, actuaron muy rápido y gracias a Dios no pasó nada; pero el susto en el cuerpo no nos lo quita nadie", apuntaron los lugareños.
De hecho, a escasos metros de donde fueron sofocadas las llamas se encuentra una de las viviendas amenazadas. Las mangueras circulaban con rapidez ante el pequeño galpón situado a la izquierda de la entrada, mientras los moradores de la vivienda seguían con nerviosismo y ansiedad contenidos las tareas de extinción.
La situación quedó controlada sobre las 21.20 horas, si bien hubo que realizar una vigilancia para que el fuego no se reavivase.
