Aplastante rechazo de los comerciantes de Barcelos al aparcamiento limitado

PONTEVEDRA. "Fatal", "horrible", "lamentable"... Los comerciantes de la Praza de Barcelos rechazaron ayer con calificativos de todo tipo la previsión del Concello de limitar por tiempo las plazas de aparcamiento en superficie. Tan solo uno de los trabajadores de los 20 establecimientos consultados se mostró conforme con la iniciativa, al entenderla como una clara posibilidad para atraer a clientes. "Nos puede beneficiar, porque habría más movimiento y los coches no se quedarían aparcados varios días", manifestó el responsable de una ferretería.

Otros tres empresarios se mostraron dudosos, vislumbrando en la medida tantas ventajas para apoyarla como contratiempos para tumbarla. "Igual nos beneficia, porque los distribuidores podrían aparcar, pero ¿dónde aparcarán los trabajadores?", preguntó uno de los empleados de una empresa de bombonas. "No creo que nos perjudique, pero molestará a las personas que viven en Barcelos", auguró el dueño de una empresa de productos agrícolas. El propietario de una tienda de alimentación también mostró sus reservas. Según dijo, lo único positivo que puede ocurrir en Barcelos es "que vuelvan a implantar las antiguas direcciones de tráfico". El resto de empresarios expresaron un no rotundo. Uno de los encargados de una conocida bocatería incluso se mostró "cabreado", convencido de que la limitación por tiempo le quitará ambiente a la plaza y clientela a su negocio: "Toda la gente que venía a aparcar aquí se buscará otro sitio, parece una medida para llenar los parkings". Las trabajadoras de una peluquería creen que el cambio también será contraproducente, "tanto para las clientas, como para nosotras, que trabajamos todo el día y no podemos mover el coche".

Las empleadas de una tienda textil censuraron la restricción desde varios frentes, "porque toda la vida aparcaron coches aquí y no hubo problema". "La gente de fuera tiene que aparcar en algún lado, no se van a meter en los parkings". "Lo que deberían hacer es quitar a los gorrillas, que nos cobran delante la Policía", manifestaron al hilo de la encuesta.

El sector de la hostelería secundó las protestas verbales del resto de comerciantes. "La gente no va a tener tiempo para ir de tiendas y no consumirá, y nosotros ya tenemos bastante con las multas por doble fila", reprochó el empleado de una cafetería. "Se nos irá el sueldo en el parking", lamentó una trabajadora de un bar.

Los dos negocios dedicados a la venta de motos y bicicletas rechazaron la propuesta "porque no podremos enseñar la mercancía con calma", y "porque ya hay bastante problema con las salidas de la plaza". Opiniones similares esgrimieron los empleados de una veterinaria y de una tintorería, solo que, como el resto, sin surtir efecto en los planes del Concello. Es más, ayer se confirmó que la limitación se aplicará en las plazas que están delante del colegio antes del inicio del curso escolar. El resto de las plazas están a la espera de que el Concello decida si realiza una limitación en todo Barcelos o solo en una parte, y cuánto tiempo durará la restricción: 30, 45 o 60 minutos.

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