Boa Vila pide al subdelegado un esfuerzo extra en la búsqueda de Sonia Iglesias

PONTEVEDRA. El paradero de Sonia Iglesias, la dependienta de Massimo Dutti que desapareció el pasado 18 de agsoto de 2010, continúa siendo un misterio. La investigación policial aún no ha obtenido pistas que puedan descifrar qué le ocurrió a esta joven, que desapareció sin dejar rastro cuando se dirigía a su puesto de trabajo, situado en la calle Benito Corbal, después de que su marido, Julio Araújo, la hubiera acompañado hasta el zapatero de la calle Arcebispo Malvar.

La resolución de esta caso es una prioridad para la federación Boa Vila, cuya junta directiva se entrevistó ayer con el subdelagado del Gobierno en Pontevedra, Antonio Coello Bufill. En el encuentro los portavoces vecinales le solicitaron que continúe con la investigación. «Estamos muy preocupados por lo que le haya podido ocurrir a esta joven madre y nos solidarizamos con su familia, que ve cómo pasan los meses y aún no tiene noticias sobre Sonia», indica Mariluz Fernández, presidenta del colectivo vecinal.

En este sentido, los representantes de Boa Vila demandan una mayor seguridad ciudadana en la capital de la provincia. «Ya sabemos que el índice de delitos es bajo pero a los vecinos nos gustaría contar con más presencia policial en la calle, que ahora no se ve».

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