Carteristas rumanos acechan en el Carnaval pontevedrés

Las recientes operaciones llevadas a cabo por la Policía Nacional y la Guardia Civil encaminadas a desarticular células de delincuencia organizada con individuos de origen rumano en el centro de los focos han servido para confirmar la presencia de estos grupos en Pontevedra y en su área de influencia (eso sí, de un modo esporádico).

Bajando un peldaño en cuanto a la gravedad de los hechos, aunque tal vez subiéndolo en cuanto al número de robos perpetrados, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que operan de forma cotidiana en la comarca han detectado el reciente establecimiento, coincidiendo con el inicio de las fiestas (y el puente) de Carnaval, de pequeños grupos más o menos organizados (si bien no se trataría de profesionales del calibre de los desenmascarados en los últimos días por la Policía) que se habrían asentado en el entorno de las poblaciones en las que el entroido se celebra con más fuerza (entre ellas, Pontevedra).

Su objetivo es claro: hacer su particular ‘agosto’ a costa de los ciudadanos que se descuidan, que se confían en exceso y que no mantengan sus pertenencias vigiladas en todo momento, en especial en las grandes aglomeraciones que comenzaron ayer y que continuarán a lo largo de las próximas jornadas.

DESFILES Y PARODIAS

Dos de los principales reclamos del Carnaval pontevedrés son los desfiles de disfraces (y sus posteriores entregas de premios) y las parodias que se interpretan por las calles y plazas de la ciudad.

El primero de los momentos críticos se vivió ayer, y aunque todavía no se ha podido cuantificar la actividad delictiva, es de suponer que se hayan registrado los primeros robos y hurtos.
Para prevenir que esto se reproduzca en los días siguientes, los responsables de las fuerzas de seguridad piden la máxima atención a los ciudadanos, y más tras conocer a ciencia cierta que hay grupos de rateros de nacionalidad rumana al acecho, a los que se pueden unir los delincuentes que habitualmente operan en Pontevedra.

NOCHES DE COPAS

Otro de los momentos de mayor riesgo para sufrir un hurto a manos de estos carteristas tiene lugar durante las noches de copas. El exceso del alcohol suele acarrear un exceso de confianza, lo que hace que muchas de las personas que disfrutan del ocio nocturno en locales de la zona monumental tengan costumbres peligrosas, como el hecho de dejar la cazadora sobre la barra, o bien colgarla lejos de su propio campo visual.

La Policía Nacional ya ha alertado de un aumento de este tipo de robos en los locales de ocio nocturno (en base a las denuncias que por estos hechos reciben en Comisaría). Las carteras y los teléfonos móviles suelen ser presas fáciles de este tipo de delincuentes, que buscan el dinero fácil o, en su defecto, objetos que puedan ser vendidos rápidamente y sin infundir sospechas.

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