La alcaldesa de Sanxenxo no se presentará a la reelección. Catalina González ya ha decidido que su etapa al frente del Concello llegará a su fin después de casi nueve años en el poder y 20 en total como edil. Ni siquiera va a esperar a ver qué sucede con su imputación en la causa de los expedientes urbanísticos. Quiere dejarlo y así se lo ha hecho saber ya al presidente de la Xunta de Galicia y del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo.
Las razones son varias, pero quizás haya que retrotraerse en el tiempo para entenderlas. En 2011, poco después de las elecciones municipales, en una entrevista con este periódico, anunció su intención de fijar su salida de la política local en 2015. Venía Catalina González de una campaña durísima, durante la que tuvo que enfrentarse a una escisión de su propio partido, Sanxenxo Agrupación Liberal (SAL), y a las dudas que había generado en el PP, que la había ninguneado reiteradamente, sin llegar a confirmarla como candidata hasta un puñado de semanas antes de esos comicios. A ese desgaste se sumaba el hecho de que aún quedaban cuatro años por delante. La lejanía de la fecha límite que ella misma se marcaba permitía hacer el anuncio sin la presión de una salida inminente: aún quedaba tanto tiempo y tantas cosas por pasar.
Y pasaron.
Lo primero, que a la alcaldesa le entraron las dudas. Aquella dura campaña quedó atrás y la coalición con VIPS, el partido liderado por José Luis Rodríguez Lorenzo, se convirtió en un símbolo de estabilidad pese a los problemas económicos y judiciales del Ayuntamiento. Catalina González empezaba a recibir muestras de apoyo por la calle para que continuase y eso hizo que titubeara sobre su decisión.
Pero entonces llegó el mazazo de las imputaciones por los expedientes urbanísticos. Cohecho, prevaricación y tráfico de influencias. Las diligencias del Juzgado de Cambados la dejaron en una posición muy difícil y la celebración del siempre retrasado congreso local del PP se metió en la nevera a la espera de tiempos mejores.
Dicen quienes la conocen que no es exactamente la imputación lo que le ha hecho tomar la decisión de no presentarse, sino la situación general derivada del proceso judicial. «Se está embarrando todo. La política ha cambiado. Ahora mismo para ser candidato tienes que ser un delincuente o un héroe», asegura una persona de su entorno. «Lo de la investigación es un despropósito absoluto, porque si están imputados Catalina o Juan Lorenzo (el último gerente de Urbanismo, cuya imputación por tráfico de influencias se conoció esta misma semana) es que cualquiera puede estarlo».
A la alcaldesa le puede el desgaste, la prolongación de un proceso que se está alargando en el tiempo y que gira alrededor del Ayuntamiento como una niebla que nunca llega a disiparse. No es la situación económica con la que ha lidiado casi desde su llegada a la Alcaldía, en diciembre de 2006, siempre tapando agujeros o afrontando sentencias judiciales millonarias contrarias a los intereses del Concello, ni la sensación permanente de que su partido no confiaba en ella. Todo eso ya estaba ahí cuando se presentó en 2011. De esos momentos salió airosa, siempre con una asombrosa capacidad para aguantar y resucitar. Ahora, tras siete meses imputada por el Juzgado, la situación es muy diferente.
Lo cierto es que Catalina González se irá con pena del Ayuntamiento y así se lo ha transmitido a sus colaboradores. Tras las elecciones locales de 2015 se abre para ella una nueva etapa en la que, en principio, no tiene cabida la política. «Tiene varias opciones sobre la mesa, pero seguro que va a necesitar unos meses de reajuste», asegura un amigo. Después de nueve años en un Ayuntamiento siempre en el ojo del huracán, de sobresalto en sobresalto, le van a hacer falta.
Cuatro nombres para un futuro sin la alcaldesa
Feijóo no solo sabe que Catalina González no será candidata, sino que ha recibido la petición de que el congreso local de Sanxenxo se celebre lo antes posible y que se dé voz a los militantes. Se trata de un cónclave eternamente aplazado y que no se convoca desde los tiempos de Telmo Martín (1999-2006). Desde la marcha del exalcalde a Pontevedra funciona una gestora.
Las imputaciones judiciales por el urbanismo tuvieron como consecuencia un aplazamiento sine die, pero el hecho de que Catalina González no vaya a concurrir a los comicios elimina ese condicionante, ya que los futuros candidatos al congreso, que en la práctica se convertirán en alcaldables, no tendrán ninguna relación directa con el proceso.
A priori son cuatro las opciones que se abren, tres de ellas dentro del Gobierno local: la diputada y concejala de Educación y Cultura, Paz Lago; el concejal de Seguridade Cidadá y mano derecha de la alcaldesa, Salvador Durán, y el concejal de Economía, Marcos Guisasola.
La cuarta opción es la del expresidente del Consorcio de Empresarios Turísticos de Sanxenxo, Francisco González, Paco Nanín. Hace más de un año él mismo había descartado la opción de meterse en política, pero lo cierto es que su nombre suena con mucha fuerza. Su gran ventaja sería el hecho de que abriría una etapa nueva que podría superar las rivalidades protagonizadas en el pasado por Catalina González y Paz Lago.
Queda un quinto nombre, el de Telmo Martín, a cuya vuelta se alude en algunos círculos. Lo cierto es que el propio diputado ha negado ya en varias ocasiones cualquier posibilidad de regresar a Sanxenxo.
