Cazados in fraganti mientras cortaban el candado de una bicicleta en la vía pública

Las policías Local y Nacional identificaron a dos jóvenes como supuestos autores del robo. Ambos son vecinos de Pontevedra y tienen antecedentes por hechos similares

La problemática de los hurtos de bicicletas sigue siendo uno de los principales motivos de preocupación de las fuerzas de seguridad que operan en Pontevedra. Tras un año en el que han sido denunciados un centenar de casos ocurridos en el casco urbano y en sus inmediaciones, el trabajo policial empieza a dar sus frutos. La colaboración vecinal y la cooperación entre los agentes de las policías Local y Nacional sirvió para la identificación de dos individuos como supuestos autores de la sustracción de al menos dos ciclos que se hallaban estacionados en pleno centro de la ciudad.

Los hechos se produjeron el viernes pasado, cuando los propietarios de dos bicicletas acudieron a la Comisaría Provincial para dar cuenta de que les habían sustraído sus vehículos cuando estaban estacionados con su correspondientes candados en las calles Michelena y Bastida, respectivamente.

La primera de ellas, ubicada en el vial que une las plazas de España y Peregrina, estaba valorada en unos 500 euros. La segunda, con un precio de mercado de unos 350 euros, se encontraba aparcada muy cerca de la anterior, en la calle que une la plaza de España con el teatro Principal. Ello hace que los investigadores no descarten que los identificados, dos pontevedreses de 20 y 32 años de edad, hubiesen cometido los hurtos en un breve período de tiempo y de forma consecutiva.

UN TESTIGO. La clave para desenmascarar a esta pareja de cacos fue la pericia de un vecino, que observó a los sospechosos mientras cortaban el candado de una de las bicicletas. El ciudadano alertó inmediatamente a la Policía Local que, tras confirmar la identidad de los dos individuos, puso los hechos en conocimiento de la Policía Nacional, cuyos agentes están al frente de las investigaciones abiertas por robos de bicicletas.

Sin embargo, los funcionarios policiales tan solo pudieron recuperar una de las bicicletas, que había sido puesta a la venta en un portal de Internet.

Ello fue así a pesar de que la actuación de los agentes se produjo solo tres días después de la denuncia.

Las autoridades estrechan el cerco a los responsables de la oleada de hurtos que afecta a la ciudad desde comienzos de año

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