Choca contra un muro, decide picarlo y acaba detenido por conducir ebrio

Un joven de Campañó acaparó la atención de los agentes de la Policía Local de Pontevedra durante la noche del domingo y la madrugada del lunes tras protagonizar dos sucesos con su coche como ‘herramienta’ tras los que terminó en los calabozos de la Comisaría Provincial de Pontevedra.

El primer episodio tuvo lugar en la propia parroquia de Campañó, según relataron fuentes de la Policía Municipal. Todo comenzó cuando el joven, al volante de un Volkswagen Golf, golpeó su vehículo contra un muro al tratar de realizar una maniobra de cambio de sentido. Unos minutos después, el conductor regresó al lugar con un generador y una picadora y comenzó a retirar las piedras que, a su entender, habían sido las causantes del accidente que acababa de sufrir.

El propietario del muro dio aviso a los agentes, que se encontraron con el individuo en plena faena, destruyendo la piedra. El propio autor de los hechos reconoció a los policías que se personaron allí que estaba picando el muro porque éste le había provocado daños en su coche. Los agentes le instan a que retire los restos de piedra e informan al propietario de la posibilidad de interponer denuncia en la Comisaría. Al parecer, la persona que resultó arrestada estaría también implicada en la rotura de un buzón de otro vecino de las inmediaciones.

El segundo suceso protagonizado por el mismo joven tuvo lugar ya entrada la madrugada en el marco de un control rutinario de alcoholemia llevado a cabo por la Policía Local en la confluencia de la avenida de Compostela y la calle Médico Ballina.

Los hechos ocurrieron sobre las 3.50 horas, cuando los agentes dieron el alto al mismo Volkswagen Golf que había protagonizado el siniestro horas antes en Campañó. El conductor, según señalan los funcionarios municipales en sus informes, mostró su ‘beligerancia’ desde el primer momento, negándose a estacionar su coche en el lugar habilitado para el citado control y deteniéndose en el centro de la calzada.

Los policías le instaron a que abriese la ventanilla y comprobaron que viajaba en compañía de una mujer, al tiempo que percibieron síntomas evidentes de que se hallaba bajo los efectos del alcohol. El propio conductor les indicó que venía de una fiesta y que iba a dar positivo en la prueba.

En un primer momento, el hombre interrumpió los soplidos e impidió que la prueba se llevase a cabo, hasta que los agentes le instaron a hacerlo bien con la amenaza de la imputación de un delito. El resultado, 0,99 mg/l de aire espirado, obligó a los policías a su traslado al vehículo de atestados para llevar a cabo el control con el aparato de precisión, momento en el que el individuo comenzó a mostrarse agresivo y a amenazar a los funcionarios, que tuvieron que reducirle. La segunda y tercera prueba arrojaron unos concluyentes 1,18 y 1,08, por lo que le imputaron un delito contra la seguridad vial y le indicaron que iban a trasladarle a la Jefatura. Ello hizo que elevase su nivel de agresividad y que intentase agredir a un policía, lo que motivó su arresto y traslado a las dependencias de la Comisaría Provincial.

El individuo, un vecino de Campañó, fue detenido por un delito de desobediencia, otro de resistencia y uno más contra la seguridad vial

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